Solo Massachusetts logra reducir desechos con su prohibición de desperdicio alimentario, según estudio

MadridUn estudio reciente de la Escuela de Administración Rady de la Universidad de California analizó las prohibiciones de desperdicio de alimentos en cinco estados de EE. UU. El estudio encontró que solo Massachusetts logró una reducción significativa en los desechos enviados a los vertederos. Los otros estados —California, Connecticut, Rhode Island y Vermont— no experimentaron cambios relevantes. Esto indica que simplemente implementar prohibiciones de desperdicio de alimentos, sin otras medidas adicionales, puede no ser suficiente para disminuir los desechos.

Varios factores distinguen el enfoque de Massachusetts del resto. Estos elementos clave incluyen:

• La infraestructura de compostaje más completa
• Leyes claras y simples
• Aplicación rigurosa de normas

Massachusetts cuenta con numerosas instalaciones de compostaje, siendo el estado con más por cada 1,000 millas cuadradas en el país. Esto asegura que los residuos alimentarios se gestionen adecuadamente en lugar de terminar en vertederos. Otros estados disponen de menos opciones para compostar, lo que dificulta una correcta gestión de los desechos.

La legislación de Massachusetts es clara y sencilla, lo que contribuye a su eficacia. Las empresas la cumplen con facilidad debido a las escasas excepciones. En otros estados, las leyes son a menudo complejas y llenas de excepciones, lo que genera confusión y facilita que los desperdicios pasen desapercibidos.

La importancia de la vigilancia: Massachusetts inspecciona más generadores de residuos cada año que cualquier otro estado para asegurar el cumplimiento de las normativas. Vermont, en contraste, realiza pocas inspecciones y rara vez impone sanciones, lo que debilita la ley.

Los resultados indican que es necesario re-evaluar las estrategias actuales. Otros estados pueden aprender de Massachusetts para reducir eficazmente los desechos. Las prohibiciones de desperdicio de alimentos deben formar parte de un plan más amplio que también incluya una infraestructura fuerte, leyes claras y una estricta aplicación.

El desperdicio de alimentos es un gran problema porque contribuye significativamente a los gases que calientan la Tierra, representando entre el 8 y el 10% a nivel global. Cuando los restos de comida se entierran en vertederos, se descomponen sin oxígeno y generan metano, un gas potente que atrapa el calor. Reducir el desperdicio de alimentos puede ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.

La nueva ley SB 1383 de California exige a todos, tanto a hogares como a negocios, separar y recolectar desechos orgánicos. Es una medida positiva, pero la experiencia ha demostrado que la ley necesita ser aplicada de manera completa y adecuada. Sin suficiente infraestructura y supervisión, incluso las mejores leyes pueden no funcionar eficazmente.

Los estados deben modificar sus políticas de gestión de residuos tomando como ejemplo lo que Massachusetts ha logrado con éxito. El futuro de la gestión de residuos depende de aprender estas lecciones y realizar los ajustes necesarios.