Escuelas en California endurecen prohibiciones de móviles; alumnos siguen desafiándolas

MadridEscuelas en California prohíben smartphones para reducir el acoso y las distracciones. Docentes aseguran que estas medidas fomentan la participación en clase y mejoran las interacciones entre alumnos. Sin embargo, hacer que los estudiantes cumplan estas normas es complicado porque muchos buscan maneras de eludirlas, generando un constante desafío entre imponer las prohibiciones y manejar la resistencia estudiantil.

Existe un movimiento creciente para limitar el uso de smartphones entre los estudiantes debido a la preocupación por el tiempo que pasan frente a las pantallas y su impacto en la salud mental. Recientemente, el Cirujano General de los EE. UU. pidió etiquetas de advertencia en las redes sociales. Las demandas contra empresas tecnológicas por no proteger a los niños están aumentando y los padres se están involucrando más en este tema. Algunas razones clave que hacen esto urgente incluyen:

• El deterioro de la salud mental de los estudiantes vinculado al uso de teléfonos inteligentes.
• El tiempo considerable que los estudiantes pasan en los teléfonos durante las horas de clase, dificultando su aprendizaje.
• La necesidad de que las escuelas se adapten a los desafíos de la adicción digital para promover un ambiente de aprendizaje productivo.

El gobernador de California, Gavin Newsom, ha impulsado recientemente la prohibición de los teléfonos inteligentes en las escuelas de todo el estado, respaldado por una ley de 2019 que permite tales prohibiciones. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles tiene previsto implementar esta medida en enero. Otros estados, como Nueva York, Florida, Ohio e Indiana, también están moviéndose en esta dirección, con algunos estados discutiendo leyes similares.

Abordar la adicción a los teléfonos inteligentes en las escuelas requiere más que simplemente establecer reglas; se necesitan planes bien elaborados. Escuelas como Bullard High School, que han prohibido los teléfonos, muestran que no es fácil hacer cumplir esta medida. Muchos estudiantes obedecen, pero los que no lo hacen crean grandes problemas. Los maestros y directores han notado que ignorar la adicción empeora la situación. Las soluciones efectivas podrían incluir una mejor supervisión, el uso de tecnología para guardar los teléfonos de manera segura y ofrecer apoyo a los estudiantes adictos a sus dispositivos.

Las prohibiciones de teléfonos inteligentes funcionan mejor en escuelas pequeñas o chárter porque es más sencillo gestionar y aplicar las normas. Por ejemplo, en Soar Academy en San Bernardino, fue necesario que todos los maestros estuvieran de acuerdo con la prohibición. Después de implementarla, la escuela observó un mejor comportamiento de los estudiantes y docentes más contentos. Esto demuestra que es crucial que todos colaboren y tengan reglas claras y aplicables.

Los profesores coinciden en que reducir el uso de smartphones es crucial para mejorar la concentración y la salud mental de los estudiantes. En el futuro, las escuelas podrían necesitar varios métodos para lograrlo. Estos podrían incluir no solo limitar el uso del teléfono, sino también educar a estudiantes y padres sobre los perjuicios del exceso de tiempo frente a la pantalla. Algunas estrategias pueden ser charlas en clase sobre salud digital, reglas más estrictas para quienes incumplan las políticas de uso del teléfono, y colaborar con empresas tecnológicas para gestionar las notificaciones durante el horario escolar.