Fósil de ave terrorífica revela secretos de la fauna prehistórica sudamericana
MadridInvestigadores han descubierto un importante fósil de un gran ave carnívora extinta en el Desierto de la Tatacoa, en Colombia. Este hallazgo ofrece nueva información sobre la fauna antigua en América del Sur. El fósil pertenece al mayor ave del terror encontrado hasta ahora, de la época del Mioceno hace unos 12 millones de años. Incluye un hueso de la pierna similar a la tibia humana, lo que ayuda a los científicos a comprender el tamaño del ave, que es entre un 5% y un 20% más grande que otras especies conocidas de Phorusrhacidae.
Investigadores, entre ellos Federico J. Degrange y Siobhán Cooke de la Universidad Johns Hopkins, han descubierto un nuevo fósil de Phorusrhacidae en Sudamérica. Este hallazgo marca el punto más septentrional donde se ha encontrado un fósil de este tipo en el continente. Este descubrimiento proporciona nueva información sobre aspectos importantes del antiguo ecosistema en esa región.
Las aves del terror prosperaron como depredadores máximos en tierra firme.
Las adaptaciones físicas de estas aves, como sus extremidades para correr, fueron esenciales para su supervivencia.
El entorno abundaba en fauna diversa, incluyendo primates y gigantes perezosos terrestres.
Sus parientes modernos podrían incluir aves como la seriema.
Esta información nos ayuda a comprender los ecosistemas prehistóricos del norte de Sudamérica, que eran muy distintos de las actuales zonas desérticas. Hace doce millones de años, esta región contaba con entornos ricos con muchos ríos y una gran diversidad de especies. Grandes depredadores como el ave del terror formaban parte de la cadena alimenticia, probablemente cazando animales más pequeños.
Un hueso hallado en Colombia presenta marcas de dientes que los expertos atribuyen al Purussaurus, una especie extinta de caimán. Esto indica que estos animales habitaban en entornos difíciles y competitivos junto a otros grandes depredadores. Además, el hueso tiene agujeros profundos, característicos en las patas de los Forusrácidos, lo que ayuda a los científicos a identificar y clasificar fósiles similares, algunos de los cuales podrían haber pasado desapercibidos anteriormente.
Este hallazgo nos ayuda a comprender mejor los ecosistemas antiguos en América del Sur y fomenta el estudio adicional sobre la dispersión de las aves del terror. Es posible que existan fósiles por descubrir en las colecciones actuales que puedan conducir a más descubrimientos. Gracias a la tecnología moderna, los científicos han creado un modelo digital del fósil, permitiendo un estudio detallado sin correr el riesgo de dañar los fósiles reales.
El estudio nos permite comprender mejor un mundo antiguo donde animales extintos habitaban y se desplazaban por una tierra llena de vida.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1002/spp2.1601y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Federico J. Degrange, Siobhan B. Cooke, Luis G. Ortiz‐Pabon, Jonathan S. Pelegrin, Cesar A. Perdomo, Rodolfo Salas‐Gismondi, Andrés Link. A gigantic new terror bird (Cariamiformes, Phorusrhacidae) from Middle Miocene tropical environments of La Venta in northern South America. Papers in Palaeontology, 2024; 10 (6) DOI: 10.1002/spp2.1601Compartir este artículo