Estudio revela: conexión hígado-cerebro influye en hábitos alimenticios y ritmos biológicos.
MadridUn estudio reciente de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania revela una conexión significativa entre el reloj interno del hígado y los centros del cerebro que regulan la alimentación. Esta conexión se realiza a través del nervio vago, que une el hígado con el cerebro. El reloj del hígado, controlado por los genes conocidos como REV-ERBs, juega un papel crucial en mantener hábitos alimenticios regulares. Cuando este reloj se altera, como sucede con los trabajadores nocturnos o personas con horarios de comida irregulares, el ritmo natural del cuerpo se ve afectado.
El estudio revela resultados clave:
El hígado envía señales al cerebro que ayudan a sincronizar la alimentación con el ritmo circadiano del cuerpo. La interferencia en estas señales puede resultar en comer en momentos inadecuados. Ajustar el canal de comunicación entre el hígado y el cerebro puede modificar los hábitos alimenticios.
Esta investigación es fascinante ya que podría contribuir al control de peso y al tratamiento de trastornos metabólicos. Al estudiar la comunicación entre el hígado y el cerebro, los científicos podrían desarrollar nuevos métodos para ayudar a las personas con problemas de sueño. En experimentos con ratones obesos, al cortar la conexión nerviosa, se logró que los ratones comieran de manera normal y en menores cantidades, lo que sugiere que enfoques similares podrían ayudar a las personas a mejorar sus hábitos alimenticios.
La investigación sugiere futuros tratamientos que podrían ayudar a controlar el consumo excesivo debido a horarios irregulares, como los de los trabajadores por turnos o viajeros frecuentes. Al concentrarnos en ciertas partes del nervio vago, podríamos corregir los relojes biológicos alterados. Esto podría conducir a enfoques médicos más personalizados, permitiendo que las personas mantengan hábitos alimenticios más saludables incluso cuando sus rutinas naturales se ven interrumpidas.
Este estudio impulsa más investigaciones sobre los mensajes químicos que se comparten entre el hígado y el nervio vago. Al comprender estos mensajes, podríamos descubrir más sobre cómo nuestros órganos interactúan y se afectan mutuamente. A medida que los científicos avancen en sus investigaciones, podrían encontrar formas no solo de tratar, sino también de prevenir trastornos metabólicos originados por hábitos alimenticios irregulares. Estos descubrimientos podrían mejorar la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1126/science.adn2786y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Lauren N. Woodie, Lily C. Melink, Mohit Midha, Alan M. de Araújo, Caroline E. Geisler, Ahren J. Alberto, Brianna M. Krusen, Delaine M. Zundell, Guillaume de Lartigue, Matthew R. Hayes, Mitchell A. Lazar. Hepatic vagal afferents convey clock-dependent signals to regulate circadian food intake. Science, 2024; 386 (6722): 673 DOI: 10.1126/science.adn2786Compartir este artículo