El impacto oculto de la encarcelación en la salud juvenil: un nuevo estudio revelador

MadridSamantha Boch ha estado investigando durante más de diez años cómo la cárcel afecta la salud de los niños y las familias. Su último estudio examina el impacto de la prisión en la salud de los jóvenes revisando sus historiales médicos y el uso de servicios de salud. Estos jóvenes, menores de 21 años, pueden haber estado involucrados con el sistema de justicia o tener familiares que lo hayan estado. Esta investigación es dificultosa porque la mayoría de los sistemas de salud no preguntan sobre encarcelamientos y las familias suelen no compartir esta información por miedo al estigma, a los servicios de protección infantil o a ser juzgados.

Principales resultados del estudio:

• El 2.2 % de los jóvenes tenía un padre encarcelado o había enfrentado confinamiento como menor.
• El 63.3 % de todas las admisiones en hospitales psiquiátricos se atribuye a estos jóvenes.
• El 23.7 % de todos los días de hospitalización se relaciona con estos jóvenes.
• El 45.5 % de todas las visitas al sistema de acogida se atribuye a estos jóvenes.

Un estudio en Academic Pediatrics analizó datos de Cincinnati Children's Hospital durante 11 años. Descubrió que de más de 1.7 millones de registros, 38,263 niños probablemente tenían un padre en prisión o estaban detenidos en un centro juvenil. Aunque este es un número pequeño, estos niños tuvieron muchos más problemas de salud física y mental y realizaron más visitas al hospital en comparación con otros niños.

Los jóvenes involucrados en el sistema de justicia presentan entre 1.5 y 16.2 veces más problemas de salud física y mental que otros jóvenes con antecedentes similares. Además, registran 428.2 casos más de salud física y 269.2 casos más de salud mental por cada 100 jóvenes. Esto evidencia que estos jóvenes enfrentan una carga significativa en su salud.

Lea también:

Hoy · 12:05

Transformando la práctica médica: la tecnología de reconocimiento de voz mejora la eficiencia y precisión.

Los hallazgos de Boch revelan un vínculo entre el sistema de salud y el sistema penitenciario. Aproximadamente el 7% de los niños estadounidenses han tenido un padre en prisión. Esto sugiere que el verdadero impacto podría ser mayor de lo que los datos indican. El estudio no considera a las familias que no comparten su implicación con el sistema de justicia o cuyos detalles no están registrados.

El estudio revela que los jóvenes afectados por el encarcelamiento enfrentan importantes desafíos de salud. Por ejemplo, estos jóvenes representaron:

• 42.9% de todos los trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
• 42.1% de todos los trastornos bipolares y relacionados
• 38.3% de todos los trastornos de suicidio y autolesiones
• 24.5% de todos los trastornos relacionados con el trauma y el estrés
• 44.9% de todos los casos de síndrome del bebé sacudido
• 13.9% de todas las enfermedades infecciosas
• 12.5% de todos los trastornos del habla y el lenguaje
• 12.8% de todos los embarazos en jóvenes

Boch afirma que replicar estos resultados en otros lugares reforzaría el argumento a favor de reducir la encarcelación y realizar otros cambios. La investigación recibió respaldo a través de varios premios, incluyendo del Agency for Healthcare Research and Quality y el NIH/NIMHD. El equipo de Boch subraya la necesidad de implementar cambios para que todos los niños y familias en Estados Unidos puedan prosperar.

En resumen, entender cómo la cárcel afecta la salud de los jóvenes es crucial. Las altas tasas de encarcelamiento resultan en una peor salud y aumentan las desigualdades sanitarias entre distintos grupos. Solucionar estos problemas puede mejorar los servicios y resultados de salud para los jóvenes impactados.