Descubren secretos evolutivos en fósiles de artrópodos con forma de taco del Cámbrico
MadridInvestigadores del Museo Real de Ontario han avanzado considerablemente en el estudio de la evolución de animales con mandíbulas. Su trabajo sobre Odaraia, un artrópodo marino del período Cámbrico, ofrece nueva información sobre el desarrollo temprano y la diversidad de estas criaturas.
Los principales hallazgos del estudio son los siguientes:
- Odaraia poseía mandíbulas, situándola entre los mandibulados más antiguos conocidos.
- Un análisis detallado de sus más de 30 pares de patas reveló un intrincado sistema de espinas pequeñas y grandes.
- La forma y estructura del escudo cefálico de Odaraia ayudaban a capturar presas.
Encontrar mandíbulas en los fósiles de Odaraia es crucial ya que estas son una característica esencial de un grupo importante de artrópodos conocidos como mandibulados. Los fósiles descubiertos por el ROM muestran grandes apéndices con bordes dentados cerca de la boca de Odaraia, típicos de las mandíbulas. Esto sugiere que Odaraia podría ser uno de los miembros más antiguos de los mandibulados, ubicándolo en un lugar significativo en la historia evolutiva de este grupo.
El complejo arreglo de espinas en las patas de Odaraia es un hallazgo sorprendente. Estas espinas podrían conectarse y funcionar como una red, ayudando a Odaraia a atrapar animales más pequeños. Esto sugiere un método de alimentación que permitía a los primeros mandibulados como Odaraia dejar el fondo del mar y moverse a través del agua. Tal comportamiento podría haber contribuido al éxito ecológico de los mandibulados.
El escudo cefálico de Odaraia, que cubre aproximadamente la mitad de su cuerpo y patas, es el punto central de la investigación. Estudios previos habían sugerido que esta forma ayudaba a Odaraia a capturar a sus presas, pero el método exacto no estaba claro. Nuevos hallazgos revelan que Odaraia probablemente utilizaba su escudo cefálico y sus patas espinosas en conjunto para atrapar eficazmente a sus presas.
Este hallazgo nos ayuda a comprender los ecosistemas del Cámbrico y el papel de los primeros mandibulados. Durante el período Cámbrico, los primeros mandibulados eran animales marinos con escudos cefálicos o caparazones. Odaraia, que llegaba a medir casi 20 cm, convivía con otros animales grandes. Estos animales podían moverse desde el fondo marino hasta capas más altas del agua. Este movimiento pudo haber enriquecido el agua y ayudado a crear ecosistemas más complejos.
El Burgess Shale es una fuente inestimable de conocimientos paleontológicos. Los fósiles de este lugar están excepcionalmente bien conservados, lo que permite a los científicos estudiar estructuras, animales y ecosistemas que normalmente se descompondrían y desaparecerían. Los mandibulados suelen ser raros en el registro fósil porque estos fósiles generalmente preservan partes duras, que los mandibulados no poseen.
Durante más de cuarenta años, Odaraia ha sido una criatura reconocida en el Burgess Shale. Su concha única, gran cabeza y ojos la hacen fácil de identificar. Investigaciones recientes indican que Odaraia es uno de los primeros mandibulados, brindando perspectivas importantes sobre su evolución temprana y comportamientos ecológicos.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2024.0622y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Alejandro Izquierdo-López, Jean-Bernard Caron. The Cambrian Odaraia alata and the colonization of nektonic suspension-feeding niches by early mandibulates. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 2024; 291 (2027) DOI: 10.1098/rspb.2024.0622Compartir este artículo