Industria naviera presionada para reducir carbono rápidamente
MadridLa industria naviera global enfrenta presiones para reducir rápidamente las emisiones de carbono. Líderes del sector y organizaciones como la Organización Marítima Internacional (OMI) subrayan la necesidad de actuar con celeridad. La OMI tiene como objetivo disminuir las emisiones en un 30% para 2030, pero lograrlo requiere cambios inmediatos y significativos.
Los barcos suelen utilizar fuelóleo pesado, y alejarse de este supone un gran desafío. Los combustibles alternativos como el hidrógeno, el amoníaco y los biocombustibles ofrecen opciones prometedoras, pero presentan problemas como altos costos, suministro limitado y preocupaciones medioambientales relacionadas con su producción. La mayor parte del hidrógeno se produce utilizando metano, lo que dificulta alcanzar una verdadera neutralidad de carbono.
Para facilitar la transición, es esencial que la industria se enfoque en varias áreas clave:
- Aumentar la producción de combustibles más limpios.
- Desarrollar infraestructura en tierra para los nuevos combustibles.
- Establecer mecanismos globales de precios de carbono.
- Adoptar nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia del combustible.
Políticas Internacionales Evolucionan ante Emisiones del Transporte Marítimo
Las políticas internacionales aún están en proceso de evolución frente a las emisiones del transporte marítimo. La Unión Europea ha comenzado a gravar estas emisiones, y la Organización Marítima Internacional (OMI) está considerando implementar esta medida a nivel global. Un impuesto al carbono a nivel mundial facilitaría el cumplimiento de las normas por parte de las empresas navieras, aunque todavía no se ha llegado a un consenso. Países y empresas siguen en desacuerdo sobre el monto del impuesto y la forma de utilizar los fondos recaudados.
Reducir las emisiones en la industria naviera es crucial para mantenerse competitivo ante los cambios del mercado. A medida que otros sectores avanzan hacia la sostenibilidad, el transporte marítimo debe encontrar nuevos métodos para adaptarse. Esto podría implicar rediseñar los barcos y modificar las operaciones para disminuir aún más las emisiones.
El primer remolcador impulsado por amoniaco demuestra que las nuevas tecnologías pueden transformar la industria. Para avanzar verdaderamente, es esencial que los gobiernos, las empresas navieras y los desarrolladores tecnológicos colaboren de manera conjunta.
El Comité de Protección del Medio Marino de la OMI pronto decidirá sobre normas para combustibles más limpios y el establecimiento de precios para las emisiones. Estos cambios no entrarán en vigor hasta 2027. Comenzar temprano puede ayudar a evitar problemas más adelante y permitir que la industria cumpla con los objetivos climáticos internacionales.
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