Desafíos legales del plan de ética y límites de Biden

MadridEl presidente Joe Biden propuso establecer reglas y un límite de tiempo para el mandato de los jueces de la Corte Suprema. Su objetivo es que el tribunal sea más transparente y honesto. Sin embargo, aún hay grandes desafíos por delante.

Los jueces federales en EE.UU. tienen cargos vitalicios. Modificar esto suele requerir una enmienda constitucional, lo cual necesita un fuerte consenso político. Sin embargo, algunos expertos, como Charles Geyh de la Universidad de Indiana, creen que se podrían establecer límites de mandato sin cambiar la Constitución. No obstante, si se aprobara una ley de este tipo, es probable que se impugnara en los tribunales. Esto implicaría que los propios jueces tendrían que decidir sobre las reglas de la duración de sus mandatos, y no está claro cuál sería el resultado.

Elaborar un código de ética que sea aplicable es una tarea compleja. El año pasado, el Tribunal Supremo estableció un código de ética formal después de recibir críticas por los viajes y regalos que los jueces aceptaban de personas adineradas sin declararlos. Los miembros del Congreso no pueden aceptar regalos que superen los $50, y existe un proceso para presentar quejas contra ellos. Los jueces federales pueden ser censurados y reprendidos. No obstante, el código de ética del Tribunal Supremo aún carece de un mecanismo de aplicación.

Algunas preocupaciones principales sobre el mantenimiento del código ético son:

• ¿Quién se encargará de hacer cumplir el código?
• ¿De qué manera se aplicará?
• ¿Podría la aplicación poner en riesgo la independencia judicial?

La jueza Elena Kagan recientemente apoyó la idea de implementar mecanismos para hacer cumplir las normas éticas, aunque es complicado. Los tribunales inferiores han declarado que su sistema no está diseñado para aplicar directamente directrices éticas amplias. Estos asuntos son manejados por la Conferencia Judicial, liderada por el Juez Presidente John Roberts. Stephen Gillers, profesor de derecho en NYU, comentó que esto dificulta la intervención de agentes externos.

Biden quiere modificar la Constitución para asegurarse de que los expresidentes puedan ser procesados por delitos que cometan mientras están en el cargo. Cree que esto es crucial para mantener el respeto a la ley. Sin embargo, cambiar la Constitución es muy difícil. Se necesita la aprobación de dos tercios tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, y luego, tres cuartos de las legislaturas estatales. La última vez que esto ocurrió fue hace más de 30 años. El presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, se opone a la idea de Biden, calificándola de "peligrosa" y asegurando que nunca se aprobará.

Las propuestas recientes de Biden sobre cambios en la Corte Suprema provienen de su enfoque prudente a lo largo de los años. A pesar de haber presidido el Comité Judicial del Senado anteriormente, generalmente ha evitado realizar grandes modificaciones. En 2021, creó un grupo para estudiar posibles reformas, destacando que cambios extremos podrían perjudicar la democracia. Sin embargo, decisiones recientes de la Corte Suprema sobre aborto y poderes federales han enfadado a los demócratas, provocando nuevas demandas de cambios, aunque su aprobación parece poco probable.

Leonard Leo y otros conservadores criticaron los planes, diciendo que son intentos de los demócratas por cambiar un tribunal que no les gusta. Biden busca que estos planes atraigan a los votantes en una reñida carrera presidencial, mientras él y Kamala Harris trabajan para ganar apoyo.

Los proyectos resaltan la dificultad de equilibrar la implementación de cambios con la preservación de la independencia judicial y la estabilidad democrática.