Encontrar paz: cómo enfrentan la violencia los trabajadores del transporte
MadridLa violencia contra los trabajadores del transporte urbano ha aumentado desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020. Estos empleados están siendo víctimas de más agresiones violentas en su lugar de trabajo, a pesar de la disminución general de los crímenes violentos en Estados Unidos.
Muchos trabajadores del transporte se sienten solos e inseguros. Por ejemplo, Blanca Acosta De Avalos, una conductora de autobús en Omaha, Nebraska, fue brutalmente agredida hace tres años por un hombre que seguía a mujeres en su autobús.
Algunas uniones y agencias de transporte están contribuyendo mediante la oferta de sesiones gratuitas de relajación, clases de yoga y meditación. También capacitan a los conductores en el manejo de confrontaciones. Por ejemplo, Grace Walker, una conductora de autobús en la ciudad de Nueva York, encontró las clases de relajación útiles para su estrés.
Los trabajadores de transporte en ciudades como Omaha y Columbus enfrentan un gran nivel de estrés debido a:
- Amenazas en constante cambio de los pasajeros
- Abusos verbales y agresiones físicas
- Miedo a la violencia armada
- Estrés postraumático
- Problemas de salud relacionados con el estrés
Laticia Wright, conductora de autobús en Columbus, Ohio, fue atacada con disparos mientras trabajaba. Tan asustada quedó que se tomó tres semanas de descanso. Casi un año después, todavía despierta aterrorizada por el recuerdo. Reza para mantenerse tranquila en momentos de estrés.
Durante la pandemia, las agencias de transporte ofrecieron viajes gratuitos, lo que llevó a más personas en busca de refugio y a quienes lidiaban con adicciones a utilizar los servicios. Actualmente, el número de pasajeros es el 75% de lo que era antes de la pandemia, lo cual ha cambiado el ambiente en autobuses y trenes.
Las ciudades europeas están mejorando las condiciones laborales contratando a más personas y permitiendo horarios flexibles. En contraste, ciudades estadounidenses como Omaha y Columbus enfrentan problemas con el aumento de la violencia y la alta rotación de conductores experimentados.
Las autoridades de transporte están trabajando para mejorar la seguridad. La Administración Federal de Transporte ahora exige planes de seguridad más estrictos para las agencias que reciben fondos federales. Estos planes deben involucrar tanto a los trabajadores de primera línea como a la administración. Algunas medidas que se están probando incluyen la instalación de barreras fuertes en los autobuses y la colocación de carteles que advierten sobre las penalidades por agresiones.
Nueva York prueba nuevas barreras en los autobuses, que van desde el suelo hasta el techo. La gobernadora Kathy Hochul ha desplegado 1,000 agentes, incluidos policías estatales y la Guardia Nacional, para revisar bolsas en áreas concurridas del metro.
Algunos sistemas de transporte público brindan recursos de salud mental, como masajes en sillas y programas de bienestar. Por ejemplo, la autoridad de transporte de Columbus cuenta con un equipo para manejar pasajeros peligrosos y ofrece clases gratuitas de yoga para los conductores.
Estos esfuerzos buscan hacer que los trabajos de los trabajadores del transporte sean más seguros y menos estresantes. Sin embargo, muchos siguen preocupados y recurren a métodos personales como rezar o contar hasta diez para enfrentar sus problemas diarios.
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