La ONU debe transformar misión keniana en fuerza de paz en Haití
MadridLa ONU y su problemática intervención en Haití
La ONU ha estado involucrada en Haití intermitentemente desde 1990, enfrentando problemas como la inestabilidad política y los desastres naturales. En 2004, una rebelión casi provocó el colapso del país, lo que llevó al envío de cascos azules. Estos efectivos contribuyeron a la estabilización de Haití y apoyaron su recuperación tras el devastador terremoto de 2010, que cobró la vida de hasta 300,000 personas. La misión finalizó en 2017 envuelta en controversias. Tropas de Nepal fueron acusadas de haber introducido el cólera, que causó 10,000 muertes, y hubo numerosas denuncias de abuso sexual que perjudicaron la reputación de la ONU.
Desde 2017, la ONU ha cambiado su enfoque en Haití, pasando de misiones de paz a misiones políticas, siendo la más reciente llamada BINUH. Esta misión busca ayudar a Haití a liderar su propio proceso hacia elecciones, estado de derecho y derechos humanos. A pesar de estos esfuerzos, muchos haitianos desconfían de otra misión de la ONU debido a problemas pasados, percibiendo estas acciones como controladoras en lugar de útiles.
La propuesta de convertir la actual misión policial encabezada por Kenia en una fuerza de paz de la ONU es crucial. La misión liderada por Kenia comenzó después de que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, solicitara repetidamente ayuda internacional para combatir el creciente poder de las bandas en Haití. La fuerza multinacional incluye:
- 1,000 agentes de policía de Kenia
- Oficiales de las Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benín, Chad y Jamaica
El objetivo de la coalición es lograr estabilidad, pero enfrenta desafíos logísticos y financieros. La misión podría costar alrededor de $600 millones anuales, pero solo se han prometido $85 millones y únicamente se han recibido $68 millones.
Haití enfrenta una difícil transición debido a la influencia de las pandillas, las cuales se fortalecieron tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 y ahora controlan hasta el 80% de la capital. Sus acciones han cerrado el principal aeropuerto internacional del país y facilitado la fuga de miles de prisioneros. Aunque la policía keniana ha logrado algunos avances, evidenciados por mejoras en la economía y en el control de infraestructuras clave, la violencia de las pandillas en torno a Puerto Príncipe sigue siendo un problema.
Un posible misión de paz de la ONU necesita la aprobación del Consejo de Seguridad, tropas de países miembros y mucho tiempo de preparación. El nuevo plan para continuar la misión de Apoyo Multinacional de Seguridad hasta el 2 de octubre de 2025 explica cómo se realizará este cambio, pero podría enfrentar una fuerte oposición. Existen preocupaciones sobre el comportamiento de los cascos azules de la ONU y sus acciones pasadas en Haití, lo que podría llevar a exigir una supervisión y responsabilidad más estrictas.
La estabilidad de Haití depende de la cooperación global y el apoyo financiero. El cambio de una misión liderada por Kenia a una operación completa de mantenimiento de la paz de la ONU muestra que el mundo reconoce la gravedad de la situación. Sin embargo, el proceso enfrenta numerosos desafíos que requieren diplomacia cuidadosa, objetivos claros y acciones transparentes para lograr un progreso real.
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