El cambio climático amenaza los costos y la estabilidad del futuro verde energético en EE. UU.

MadridUn reciente estudio destaca un gran problema en los planes para que la red eléctrica de EE. UU. sea más ecológica para el año 2050. Indica que dichos planes no contemplan del todo la necesidad de mayores fondos para enfrentar los impactos del cambio climático en el suministro de agua. Esta omisión podría incrementar significativamente los costos. Publicado en Nature Communications, el estudio estima que ignorar estos efectos podría llevar a gastar un adicional de $150 mil millones en infraestructura. Resalta que la reducción de la energía hidroeléctrica, debido a la menor disponibilidad de agua, podría empeorar la situación.

Cambio climático afecta las lluvias en el suroeste, incrementando sequías y complicando la producción de energía hidroeléctrica, que representa el 20% de la energía regional. Para enfrentar esto, el oeste de EE.UU. necesita aumentar su generación y transmisión de energía para 2050, lo cual podría requerir hasta 139 gigavatios de capacidad energética y 13 gigavatios de capacidad de transmisión. Estas cifras reflejan la inversión necesaria para estabilizar el suministro eléctrico y avanzar hacia emisiones cero.

Puntos destacados del estudio incluyen:

• Posible disminución del 23% en la producción de energía hidroeléctrica para 2050.
• Se anticipa un aumento del 2% en la demanda de electricidad.
• Se requieren hasta $150 mil millones en inversiones adicionales.
• Crecimiento necesario en fuentes renovables alternativas como la eólica y la solar.

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Si disminuye la energía hidroeléctrica, es necesario recurrir a una variedad mayor de energías renovables. Usar energía eólica puede ser suficiente si la reducción no es muy drástica. Sin embargo, si la disminución es significativa, también podríamos necesitar energía solar, almacenamiento en baterías y energía geotérmica. Las baterías son particularmente valiosas porque pueden almacenar energía adicional cuando hay exceso y liberarla cuando hay escasez.

A medida que el clima se vuelve más cálido, la demanda de electricidad para refrigeración aumentará, especialmente en estados como California y Arizona, donde los veranos son cada vez más intensos. Esto implica que el uso de agua en la agricultura y los edificios requerirá más electricidad, lo que ejercerá una mayor presión sobre el sistema de suministro eléctrico.

El estudio revela que los planificadores energéticos deben considerar varios factores adicionales. Deben analizar cómo los programas de gestión de la demanda pueden ayudar a solucionar problemas de suministro, los efectos del incremento de vehículos eléctricos y edificios, y la necesidad de que los gobiernos colaboren para ampliar la transmisión de energía. Una planificación minuciosa es esencial para mantener la fiabilidad de la red eléctrica y alcanzar los objetivos de emisiones mientras el cambio climático continúa impactándonos.