Desentrañando la elección presidencial en Venezuela
MadridLas elecciones presidenciales en Venezuela utilizan tanto el voto electrónico como el recibo en papel. En el país hay alrededor de 17 millones de votantes elegibles. Aunque 4 millones de venezolanos que residen en el exterior están registrados para votar, solo 69,000 de ellos pueden hacerlo debido a estrictos requisitos. Así es como funciona el proceso de votación:
- La mayoría de los lugares de votación se encuentran en escuelas públicas, con supervisión militar.
- Las máquinas electrónicas registran los votos y generan recibos en papel.
- Se espera que los votantes depositen estos recibos en urnas, aunque hay informes de coerción por parte de funcionarios del partido gobernante.
La justicia de estas elecciones está en entredicho. El gobierno de Maduro afirmó que permitiría la participación de los líderes opositores, pero luego declaró ilegal la primaria de la oposición e impidió que su líder más popular apareciera en la papeleta. Observadores de la Unión Europea mencionaron que las elecciones regionales fueron las más justas en 20 años, pero los candidatos en favor del gobierno aún contaron con ventajas como fondos estatales y acceso a combustible.
La confianza en las elecciones es baja. Se denuncian manipulaciones de votos y hay preocupación de que el gobierno no acepte perder. El Consejo Nacional Electoral está controlado por leales al partido gobernante. Muchos centros de votación tienen solo una o dos máquinas, lo que dificulta la vigilancia por parte de la oposición. Particularmente, el consejo añadió 1,700 centros de votación con una sola máquina en áreas donde el partido gobernante suele obtener la mayoría de los votos.
El gobierno venezolano tiene un historial de alterar las cifras de participación electoral. En las elecciones legislativas de 2017, Smartmatic, la empresa encargada de la tecnología de votación, informó de irregularidades en al menos 1 millón de votos. Actualmente, el gobierno utiliza máquinas de votación fabricadas en el país. Tras un referéndum en diciembre, no se publicaron los registros en papel de estas máquinas, dificultando la confianza en los números de participación.
Los observadores internacionales también generan controversia. La UE fue invitada para supervisar, pero la invitación fue retractada después de que el bloque impusiera nuevas sanciones económicas. Esta acción lleva a muchos a cuestionar la transparencia y responsabilidad del gobierno.
Los venezolanos en el extranjero afrontan varios obstáculos para votar. Muchos no pueden hacerlo debido al cierre de los consulados en EE.UU. en 2018. Además, requisitos como la demostración de residencia legal han impedido que numerosos migrantes se registren para votar.
Los líderes de la oposición mantienen la esperanza. Creen que si la mayoría de votos es lo suficientemente grande, incluso los seguidores de Maduro podrían cambiar de opinión. Esto depende del tamaño de la victoria, la presión de otros países y posibles acuerdos o formas de retiro ofrecidos por naciones extranjeras.
El sistema actual beneficia al partido gobernante. Los recursos estatales se utilizan para hacer campaña y hay presión en los centros de votación. Aunque el sistema combina métodos electrónicos y en papel para asegurar un voto justo, mucha gente considera que no es eficaz.
Quienes se interesan por las elecciones en Venezuela deben prestar atención a varios aspectos: la participación internacional, las actividades en los centros de votación y la reacción del gobierno en caso de una victoria opositora. Se espera una elección justa, pero persisten las dudas debido a problemas conocidos.
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