Contradicción energética: Harris entre la perforación y el cambio climático

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Por Juanita Lopez
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Plataformas petrolíferas en un campo con carteles de protesta ambiental.

MadridKamala Harris ha modificado su postura sobre la perforación y ahora apoya las políticas energéticas tradicionales. En un reciente debate en Pensilvania, resaltó este cambio señalando los altos niveles de producción de combustibles fósiles en EE.UU. durante el gobierno de Biden. La Administración de Información Energética de EE.UU. informa que la producción de petróleo crudo promedió 12.9 millones de barriles por día el año pasado, superando el récord establecido en 2019 bajo la administración de Trump.

La nueva estrategia de Harris se centra en destacar los beneficios de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 para la fracturación hidráulica y la perforación, gracias a las enmiendas introducidas por el senador Joe Manchin de Virginia Occidental. Muchos ambientalistas consideran esto una traición, ya que creen que debilitó políticas climáticas importantes.

Reacciones de partidarios y detractores:

  • Liam Donovan, un estratega republicano, ve la postura de Harris como una jugada estratégica para atraer a los votantes moderados.
  • El Movimiento Sunrise expresó su decepción, acusando a Harris de no ofrecer una alternativa clara a las políticas pro-combustibles fósiles de Trump.
  • Climate Power elogia a Harris por su enfoque en las inversiones en energía limpia pero se mantiene cauteloso ante las políticas de Trump que favorecen a las grandes petroleras.
  • Mike Sommers, CEO del Instituto Americano del Petróleo, celebra el apoyo de Harris a la fracturación hidráulica, subrayando el papel crucial de Pensilvania.

Donovan señala que Harris busca atraer a los votantes moderados, algo con lo que coinciden los expertos políticos. Esto es crucial en Pensilvania, un estado clave conocido por su gran industria de gas natural. Sommers también afirmó que apoyar la fracturación hidráulica es esencial para ganar en Pensilvania e inclusive la presidencia.

Los grupos ecologistas muestran opiniones divididas. Stevie O'Hanlon del Sunrise Movement opinó que Harris perdió la oportunidad de ganar la confianza de los votantes jóvenes. En contraste, Alex Glass de Climate Power afirmó que Harris sigue siendo la candidata más fuerte para la acción climática en comparación con Trump.

Harris ha cambiado su posición debido a la creciente preocupación por el medio ambiente. Como fiscal general de California, fue estricta con las compañías petroleras y logró grandes acuerdos con los contaminadores. Por otro lado, Trump quiere revertir las regulaciones climáticas y atacar proyectos de energía renovable. Afirma que Harris limitaría la producción de petróleo y gas en tierra si es elegida, lo que añadiría más incertidumbre a las políticas energéticas futuras.

La decisión de Harris demuestra una disposición a hacer concesiones, buscando un punto intermedio entre los objetivos climáticos y las urgencias electorales, especialmente en zonas dependientes de los combustibles fósiles. Esta medida podría atraer a votantes moderados, pero podría alejar a los votantes jóvenes que exigen acciones climáticas contundentes.

Harris ha decidido centrarse en la política práctica en lugar de seguir estrictamente las normativas medioambientales. Aún no se sabe si esta elección le beneficiará a largo plazo. La conexión entre las estrategias de votación y las políticas ambientales será crucial en las próximas elecciones.

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