Putin: reacción tardía en Kursk sacude la lealtad de la élite

MadridLa lenta reacción del Presidente Vladimir Putin ante el reciente ataque ucraniano en la región de Kursk revela una falta de apoyo entre los líderes rusos. Este evento significativo pone de manifiesto la creciente inestabilidad política en Rusia.

Puntos Clave:

• Las fuerzas ucranianas lograron una ofensiva exitosa en Kursk el 6 de agosto.
• La reacción tardía del presidente Putin ha generado preocupaciones entre la élite rusa.
• Los medios estatales están presentando el ataque como un problema humanitario.
• Acusaciones de corrupción y purgas están sacudiendo al Ministerio de Defensa.

La reacción tardía de Putin ante el ataque en la región de Kursk revela un patrón habitual en su liderazgo. Ya sea el hundimiento del submarino Kursk en el año 2000 o el motín del Grupo Wagner en 2023, ha sido percibido como lento para actuar pero deliberado en sus decisiones. Sin embargo, esta situación parece más grave. El ataque a Kursk es el mayor desde la Segunda Guerra Mundial, y las respuestas iniciales han sido débiles.

Conflictos internos en el gobierno ruso agravan la situación. El Kremlin ha iniciado una amplia purga de funcionarios en el Ministerio de Defensa, muchos de ellos acusados de corrupción. Se están arrestando oficiales de menor rango, como el teniente coronel Konstantin Frolov, por cargos de fraude, lo que muestra una represión más amplia. Estas acciones indican un nivel de desorden que podría debilitar el control de Putin.

Los medios estatales presentan los eventos del Kursk principalmente como un desastre humanitario, no como un gran problema militar. Esto genera aún más confusión. Al narrar los hechos de esta manera, el Kremlin intenta restar gravedad al ataque. Sin embargo, este enfoque podría no convencer a las élites rusas que han respaldado a Putin durante muchos años.

Lea también:

Ayer · 13:58

Rusia advierte sobre el poder nuclear; creciente tensión global

Estos individuos poderosos se sienten infelices pero acatan las normas. Sus vidas han empeorado debido a las sanciones occidentales y las represiones internas, agravadas por la guerra en Ucrania. Aunque algunos han ganado dinero con el conflicto, su capacidad para viajar y acceder a artículos de lujo se ha visto limitada.

Ekaterina Schulmann, académica del Carnegie Russia Eurasia Center, menciona que los altos funcionarios ahora se preguntan si Putin sigue siendo beneficioso o si se ha convertido en un problema. Su apoyo es crucial para mantener la estabilidad interna del país, y cualquier cambio significativo en su lealtad podría acarrear grandes consecuencias políticas. Este grupo intenta encontrar un equilibrio, sintiéndose insatisfechos con la situación actual pero también preocupados por quién podría sucederle en una lucha por el liderazgo.

Nigel Gould-Davies del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos afirma que las élites continúan apoyando a Putin por miedo al incertidumbre política. Sin embargo, su paciencia se agota con cada error y demora.

La lenta reacción de Putin a la ofensiva de Kursk no solo revela las debilidades del ejército ruso, sino que también pone en riesgo el apoyo del que ha gozado durante mucho tiempo. Aunque ha superado problemas en el pasado, esta situación parece más grave, exponiendo problemas tanto en el ámbito militar como en la política y la sociedad.