La contaminación del aire afecta más la salud mental en las comunidades segregadas de Nueva York
MadridUna nueva investigación revela que la contaminación del aire puede tener un efecto más negativo en la salud mental de los vecindarios de Nueva York que fueron históricamente discriminados. Científicos de la Universidad de Buffalo encontraron que los habitantes de estas áreas tienen más probabilidades de acudir a la sala de emergencias por problemas de salud mental debido a la mayor exposición a contaminantes como el material particulado fino y el dióxido de nitrógeno.
En el pasado, la Administración Federal de Vivienda (FHA) catalogaba los vecindarios con residentes no blancos como de "alto riesgo". Estas áreas, frecuentemente cercanas a fábricas y autopistas, aún hoy en día tienen mala calidad del aire. Este estudio muestra una clara conexión entre la contaminación en estos vecindarios y problemas de salud mental. Utiliza datos de 17 ciudades del estado de Nueva York, incluyendo Buffalo, Niagara Falls y Nueva York.
Conclusiones clave del estudio incluyen:
- Las partículas finas se asocian con un aumento del 1.04% en visitas a urgencias por trastornos mentales en barrios marginales.
- La exposición al dióxido de nitrógeno se relaciona con un aumento del 0.44% en visitas a urgencias por las mismas condiciones.
- La asociación es más notable a temperaturas moderadas (40 a 70 grados Fahrenheit).
- Niños menores de 18 años y adultos de 35 a 64 años son más vulnerables a los impactos de los contaminantes del aire en la salud mental.
La investigación utiliza técnicas avanzadas como el aprendizaje automático para predecir la calidad del aire y analiza los registros de pacientes desde 2005 hasta 2016 para respaldar sus conclusiones. El estudio no encontró un vínculo claro entre la mayor contaminación del aire y las visitas a urgencias en barrios que anteriormente fueron calificados como menos riesgosos (A-rated) por la FHA. Esto demuestra las continuas diferencias en salud basadas en antiguas políticas de vivienda.
El gobierno federal prohibió la práctica del redlining en 1968, pero sus consecuencias persisten. Las personas que viven en estas zonas aún están en peligro. Factores como condiciones de salud preexistentes e ingresos bajos agravan estos riesgos. El estudio ajustó estos factores para identificar el impacto específico de la contaminación del aire.
Este estudio destaca la relevancia de contar con monitoreo preciso de la calidad del aire a nivel local. La investigación, encabezada por Eun-Hye Enki Yoo, ha recibido cerca de $500,000 de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. para instalar monitores de aire en la zona este de Buffalo. Este trabajo busca recopilar datos más precisos y podría ayudar a formular políticas para abordar estos problemas.
Yoo colabora con la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón para investigar barrios afectados por el redlining en Estados Unidos. Este estudio más amplio busca proveer pruebas claras que podrían provocar cambios en las políticas. El objetivo es abordar los daños perdurables de estas prácticas de vivienda injustas. Los hallazgos deberían motivar a los legisladores a mejorar la calidad del aire y la salud mental en estas zonas vulnerables.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1016/j.scitotenv.2024.174516y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Eun-hye Yoo, John E. Roberts. Differential effects of air pollution exposure on mental health: Historical redlining in New York State. Science of The Total Environment, 2024; 948: 174516 DOI: 10.1016/j.scitotenv.2024.174516Compartir este artículo