La despedida de Cha Kwo Ling: comunidad y nostalgia en Hong Kong
MadridEliminan uno de los últimos asentamientos de chabolas en Hong Kong
El pueblo de Cha Kwo Ling está siendo demolido, borrando uno de los últimos asentamientos de chabolas de Hong Kong. Esta antigua comunidad desaparecerá por completo para 2025 para dar paso a viviendas públicas. Cha Kwo Ling ha sido testigo del crecimiento de Hong Kong desde un pueblo pesquero a un centro industrial y luego a un centro financiero global. Inicialmente habitado por el pueblo Hakka, el pueblo recibió más tarde a muchos inmigrantes de China continental.
Entre finales de los años 40 y 50, la población de Hong Kong creció de 600,000 a 2 millones debido a la llegada de muchos refugiados chinos que huían de la guerra civil en busca de mejores condiciones de vida. Muchos de ellos no pudieron costear una vivienda adecuada y acabaron viviendo en asentamientos precarios como Cha Kwo Ling. Para 1953, alrededor de 300,000 personas habitaban en estos asentamientos dispersos por toda la ciudad. Estos barrios eran rudimentarios, pero desempeñaban un papel fundamental en la economía temprana de Hong Kong.
- Albergaba pequeñas fábricas
- Ubicado cerca de zonas industriales
- Promovía la manufactura de manera informal
Las aldeas de ocupas eran inestables y los incendios representaban un peligro frecuente. Por esta razón, el gobierno colonial británico decidió trasladar a las personas que vivían allí a viviendas públicas. Dijeron que esto era para ayudar a los afectados por los incendios, pero el investigador Charles Fung cree que había otras razones. Una de las razones era que el gobierno británico quería detener la influencia de la China continental.
La destrucción de asentamientos irregulares refleja cambios económicos y sociales más amplios en Hong Kong. Los proyectos de vivienda pública han transformado el trazado urbano, desplazando a la gente a diferentes áreas y formando nuevas comunidades. En Cha Kwo Ling, antiguos residentes como Lo dudan en mudarse a edificios altos. Esta duda no se debe solo al espacio, sino también a sus profundas conexiones sociales y emocionales.
En el pasado, los pueblos de ocupas formaban comunidades estrechas donde las personas compartían recuerdos y tradiciones. Trasladarse a viviendas públicas genera preocupación entre los habitantes por la pérdida de esas conexiones sociales tan importantes. El cambio interrumpe sus rutinas familiares e historias compartidas que han sido parte de sus vidas durante muchos años.
La demolición implica la pérdida de un valioso patrimonio cultural. Las aldeas de ocupantes ilegales no eran solo hogares; eran pequeñas comunidades llenas de vida cotidiana local. Las memorias, interacciones y tradiciones que albergaban son insustituibles y no se pueden recrear. Perderlas significa que una parte de la cultura de Hong Kong desaparecerá para siempre, sustituida por edificios altos y uniformes.
La destrucción de Cha Kwo Ling y otros asentamientos similares indica un cambio en la forma de vida de la gente. Esto refleja una transición de áreas impulsadas por la comunidad a viviendas planificadas por el gobierno. Esta transformación no se limita a los edificios; afecta la manera en que se crean y se mantienen las comunidades en Hong Kong, mostrando cambios en políticas, economía y sociedad.
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