Quinto tifón en tres semanas provoca evacuaciones en Filipinas.

MadridTormentas recientes azotan Filipinas dejando estragos

En las últimas semanas, Filipinas ha sido afectada por varias tormentas, siendo el tifón Toraji el más reciente en impactar el área norte de Luzón. Más de 82,500 personas han tenido que evacuar sus hogares debido a inundaciones y caídas de líneas eléctricas. Este es el quinto gran temporal en solo tres semanas, lo que ha dejado a los recursos gubernamentales muy limitados y a las autoridades locales desbordadas. El impacto ha sido grave, con numerosas muertes, desplazamientos masivos y daños significativos en infraestructuras y cultivos.

Esfuerzos internacionales se han realizado para ayudar con estos desastres naturales. Más de 160 personas han fallecido y millones han sido desplazadas de sus hogares. El gobierno ha solicitado ayuda internacional para manejar la crisis. El Secretario de Defensa, Gilberto Teodoro, ha contactado a países del sudeste asiático cercanos y a Estados Unidos para obtener más recursos, como aviones que entreguen suministros esenciales a lugares remotos. El apoyo de EE.UU. y otros países es fundamental porque los recursos locales están desbordados.

El Equipo Humanitario de País de la ONU está contribuyendo al solicitar $32.9 millones en ayuda. Su objetivo es apoyar a aproximadamente 210,000 personas que necesitan asistencia urgente. Esta ayuda es fundamental para grupos como mujeres, niños y personas con discapacidades. Filipinas enfrenta alrededor de 20 tifones al año y está acostumbrada a los desastres naturales. Sin embargo, el número y la intensidad de las tormentas recientes han sido mucho mayores de lo esperado, generando nuevos desafíos para la gestión de desastres.

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Las personas que viven en las zonas afectadas por la tormenta están enfrentando:

Inundaciones y deslizamientos de tierra están causando estragos, dejando a muchas personas sin hogar. Hay daños significativos en la agricultura y la infraestructura, además de fallos eléctricos y problemas de comunicación. La falta de suministros esenciales agrava aún más la situación.

Las recientes tormentas destacan la necesidad urgente de mejorar los planes de gestión de desastres y fortalecer la infraestructura. El gobierno ha reservado más de 1 mil millones de pesos (17 millones de dólares) para asistencia inmediata, lo que subraya la magnitud del problema. Para reducir los daños a largo plazo causados por estas tormentas, es esencial mejorar las respuestas locales ante desastres y colaborar con otros países. La experiencia del Tifón Haiyan en 2013, uno de los peores que ha golpeado al país, sigue orientando las estrategias actuales. Mientras continúa la reconstrucción, el principal objetivo es proteger vidas humanas y ayudar a que las comunidades retornen a la normalidad.