Nuevo estudio revela la mayor interacción depredador-presa jamás registrada en el océano
MadridInvestigadores del MIT y de Noruega fueron testigos de una fascinante interacción entre depredador y presa en el océano, donde un gran grupo de capelán y numerosos bacalaos del Atlántico se alimentaban. Este fenómeno ocurrió cerca de la costa de Noruega durante la época en que el capelán deposita sus huevos. Cada año, los capelanes migran desde la capa de hielo del Ártico hacia la costa noruega para desovar, lo que ofrece a los bacalaos migratorios una excelente oportunidad para alimentarse.
El descubrimiento del equipo fue innovador porque lograron captar numerosos detalles en una amplia zona. Utilizaron tecnología avanzada de imagen acústica para seguir las interacciones entre los peces individuales. A medida que los capelanes se reunían en un gran grupo, los bacalaos comenzaban a alimentarse de ellos, resultando en la ingesta de 10,5 millones de capelanes en pocas horas. Este acontecimiento fue registrado utilizando el Ocean Acoustic Waveguide Remote Sensing (OAWRS), que permite distinguir diferentes especies de peces por los sonidos que emiten sus vejigas natatorias.
Un evento se extendió por decenas de kilómetros, presentando depredadores y presas en tiempo real. El banco de capelanes era de aproximadamente 23 millones, formando una ola compacta. Un cardumen de bacalaos, compuesto por cerca de 2.5 millones de peces, se reunió y superó a los capelanes. Se perdieron 10.5 millones de capelanes, esto gracias a un mapeo acústico preciso.
Este descubrimiento podría transformar nuestra comprensión de los movimientos oceánicos. La abundancia de capelán y bacalao podría indicar patrones ambientales más amplios y problemas como el cambio climático. A medida que el hielo ártico se derrite, el capelán podría necesitar viajar distancias mayores para poner sus huevos, lo que los hace más estresados y vulnerables a los depredadores.
Estudiar estos eventos puede enseñarnos cómo mantener estables las poblaciones de especies y conservar los océanos saludables. Estos patrones pueden ocurrir con frecuencia. Observar la interacción entre estas especies puede ayudar a prever tendencias importantes para equilibrar los ecosistemas y gestionar las pesquerías. El estudio revela que los cambios en las relaciones entre depredadores y presas pueden ser tanto amplios como rápidos.
Tecnologías como la OAWRS pueden ofrecer valiosa información sobre el océano, permitiendo prever cuándo ciertas especies de peces podrían estar en peligro. Al aumentar nuestro conocimiento sobre estos grandes grupos de peces y su vulnerabilidad ante depredadores, los expertos marinos pueden ayudar a proteger la vida marina de amenazas futuras.
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