De cazador furtivo a guardián: un hombre salva la fauna de Zimbabue
MadridMastick solía cazar animales ilegalmente en Zimbabue, pero ahora apoya su protección. Habla con su comunidad sobre la importancia de convivir pacíficamente con los animales en lugar de matarlos. Mastick promueve el uso de métodos sostenibles y resalta las ventajas a largo plazo del turismo de vida silvestre sobre las ganancias rápidas de la caza furtiva.
Zimbabue enfrenta crecientes conflictos entre humanos y vida silvestre debido a la sequía persistente, caza furtiva, deforestación y cambios en el uso del suelo, que han reducido los hábitats naturales de los animales. Con menos espacio, los encuentros entre personas y animales salvajes se incrementan, generando más conflictos.
- Elefantes invadiendo huertos de vegetales
- Leones, hienas y chacales atacando ganado
- Métodos básicos de cercado hechos con ramas de árboles y arbustos espinosos
Las personas en las comunidades intentan protegerse haciendo ruidos fuertes o quemando cosas que huelen mal. A pesar de estas acciones, la Autoridad de Parques Nacionales y Gestión de Vida Silvestre de Zimbabue ha notado un gran aumento en las solicitudes de ayuda provenientes de estas áreas. A medida que se acerca la temporada seca, es probable que estos problemas empeoren.
Mastick recuerda cuando había muchos animales y pocos problemas entre personas y la vida silvestre. Las cosechas eran buenas y la caza ilegal no era un gran problema. Pero en el año 2000, un programa de reforma agraria lo cambió todo. Ahora los agricultores cultivan en antiguas áreas de vida silvestre, y las severas sequías han afectado pastizales y bosques.
El corte de árboles para leña ha agravado los conflictos al reducir los recursos disponibles. La zona de Chiredzi es particularmente afectada, enfrentando recursos limitados y un clima seco.
Masuku, quien trabaja para Save Valley Conservancy, afirma que los conflictos se deben al cambio climático. La escasez de recursos provoca que tanto personas como animales luchen por sobrevivir. Mastick, habiendo sido atacado muchas veces por animales salvajes, comprende la lucha de los aldeanos. A menudo habla con ellos, enfatizando que enfrentar a los animales no resolverá el problema.
Mientras estuvo en la cárcel por caza ilegal, Mastick aprendió carpintería. Ahora fabrica muebles con materiales sostenibles y ha encontrado una nueva forma de ganarse la vida. Su taller también es un lugar donde enseña sobre la conservación de la vida silvestre. En reuniones comunitarias y encuentros, Mastick habla sobre los beneficios económicos de proteger la fauna.
La comunidad empieza a prestar atención, aunque sea poco a poco. El cambio de Mastick de cazar animales a protegerlos demuestra que las perspectivas sobre la vida silvestre pueden mejorar. La lucha por salvar la fauna de Zimbabue continúa, pero personas como Mastick están marcando un precedente para una convivencia más armoniosa con la naturaleza.
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