¿Puede nuestro intestino detectar patógenos a través del olfato?

MadridInvestigadores de la Universidad de California, Berkeley, han descubierto que el gusano C. elegans puede detectar el olor de bacterias perjudiciales y preparar su intestino para defenderse de infecciones. El estudio, liderado por el Profesor Andrew Dillin, reveló que cuando C. elegans percibe el olor de bacterias peligrosas, inicia una respuesta defensiva en las células de su intestino.

Puntos Clave:

• C. elegans responde a los olores de patógenos preparando su intestino.
• La respuesta implica destruir mitocondrias para proteger el hierro.
• Esto podría sugerir un mecanismo similar en mamíferos, incluidos los humanos.

El intestino es un objetivo principal para bacterias dañinas. Aprender cómo los organismos protegen sus intestinos puede ayudar a desarrollar nuevos tratamientos. En C. elegans, el método de protección implica descomponer las mitocondrias. Estas estructuras normalmente proporcionan energía a las células pero también contienen hierro que las bacterias podrían aprovechar. Al descomponer las mitocondrias, C. elegans impide que las bacterias obtengan este elemento vital.

Este hallazgo nos hace preguntarnos si los mamíferos tienen sistemas protectores similares. En caso afirmativo, esta investigación podría contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos médicos. Por ejemplo, oler ciertos aromas podría preparar el intestino para defenderse de infecciones antes de que ocurran.

Estudios en el laboratorio de Dillin han investigado cómo el olfato afecta el metabolismo. En una investigación, ratones que no podían oler ganaron menos peso a pesar de consumir la misma cantidad de alimento que los ratones normales. Esto sugiere que el olor de la comida podría preparar el intestino para la digestión.

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Dillin sugiere que la capacidad de las mitocondrias para detectar olores de patógenos podría deberse a la evolución. Antes de integrarse en las células eucariotas, cuando las mitocondrias eran bacterias individuales, tal vez necesitaban esta facultad para percibir peligros en su entorno. Esta característica puede haberse conservado para ayudar a las células a detectar y responder a amenazas ambientales.

Investigadores que estudian C. elegans descubrieron que el olor de bacterias perjudiciales desencadena una reacción en los gusanos que se propaga por todo su cuerpo. Al eliminar ciertas neuronas relacionadas con el olfato, los científicos observaron que las respuestas habituales al estrés por amenazas mitocondriales estaban controladas por estas neuronas. Además, encontraron que la serotonina desempeña un papel clave en la transmisión de esta información.

Los investigadores están ahora comprobando si los ratones tienen las mismas respuestas. De ser así, sería una sólida evidencia de que los mamíferos, incluidos los humanos, comparten el mismo mecanismo. Esto podría abrir la puerta a nuevas formas de fortalecer nuestros sistemas inmunológicos utilizando estímulos sensoriales como el olfato.

La investigación revela un vínculo entre el olfato y la respuesta inmunitaria en C. elegans, lo cual sugiere que los mamíferos, incluidos los humanos, podrían tener defensas similares. Este hallazgo podría contribuir a desarrollar nuevas formas de prevenir enfermedades y a comprender mejor cómo nuestros cuerpos se preparan para combatir infecciones.