La revolución del aguacate en Burundi: comercio justo.
MadridBurundi está transformando la manera de vender aguacates. Los agricultores locales se están uniendo en grupos denominados cooperativas para asegurar precios justos y buenas condiciones comerciales. Antes, los productores burundeses pasaban desapercibidos en el mercado mundial del aguacate. Ahora, cooperativas como Green Gold Burundi pagan directamente a los agricultores. Esta cooperativa, que reúne a 200,000 agricultores, facilita mejores acuerdos con exportadores para evitar que se aprovechen de ellos.
Los agricultores ganan alrededor de 70 céntimos por cada kilo de aguacates que venden. Con una mejor organización y el cumplimiento de estándares internacionales, podrían aumentar sus ingresos a medida que la cooperativa crece. El gobierno está colaborando al planear registrar la marca de aguacates burundeses. Esto forma parte de un plan más amplio para convertir el aguacate en un producto clave de exportación, junto con el café y el té, con el fin de diversificar más las exportaciones.
Los principales componentes del proyecto de aguacate de Burundi son variados. En primer lugar, están estableciendo regulaciones y precios para la exportación de aguacates. Además, fomentan el cultivo de aguacates Hass, una variedad muy solicitada en los mercados internacionales. También trabajan para implementar comercio justo estableciendo precios mínimos que protejan las ganancias de los agricultores. Finalmente, aseguran que los aguacates cumplan con los estándares de calidad global para mantener su competitividad.
Burundi implementa regulaciones para solucionar los problemas provocados por las ventas desorganizadas que hacían a los agricultores vulnerables ante las fluctuaciones de los mercados internacionales. Al establecer un precio mínimo y exigir que los compradores extranjeros se registren, el país busca estabilizar el mercado y fortalecer su imagen de exportador confiable. El modelo cooperativo empodera a los agricultores al proporcionarles mayor capacidad de negociación.
El programa de aguacates impacta positivamente tanto en la economía como en los ámbitos social y ambiental. El incremento en el cultivo de aguacates mejora la disponibilidad de alimentos y la nutrición al fomentar el consumo local de un alimento saludable. Desde una perspectiva ecológica, aumentar el cultivo de aguacates también promueve la plantación de más árboles y mejora la salud del suelo.
Las autoridades locales están desarrollando planes para que cada hogar posea al menos diez árboles de aguacate para su exportación. Para 2030, se espera exportar más de 10 millones de toneladas de aguacates anualmente. Este plan subraya el potencial de los aguacates para mejorar la economía de Burundi y aumentar su presencia en el mercado global. A medida que estos planes avanzan, los aguacates burundeses podrían convertirse en un ejemplo de desarrollo sostenible y fortaleza económica.
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