Escándalo de abusos destapa fallos en la protección infantil en Malasia
MadridInformes de abuso sexual y físico en hogares de bienestar islámicos en Malasia revelan graves fallos en el sistema de protección infantil del país. Un grupo de 38 activistas infantiles, organizaciones defensoras de derechos y trabajadores sociales han demandado una acción inmediata para mejorar la calidad y el alcance de los servicios de protección infantil.
El jefe de la policía nacional, Razarudin Ismail, ha revelado detalles perturbadores, incluyendo casos de abuso sexual por parte de tutores y abusos forzados entre los propios niños. Las víctimas, de entre uno y 17 años, fueron privadas de atención médica y sometidas a castigos físicos, como ser quemadas con cucharas de metal caliente. Estos niños han estado en estos hogares desde que eran bebés y fueron adoctrinados para ser leales al grupo Global Ikhwan, que empleaba a sus padres.
Problemas importantes que surgieron a raíz de este escándalo incluyen:
- Abuso y explotación de niños para donaciones públicas.
- Negligencia infantil sistemática y tráfico de personas.
- Falta de atención médica y castigos físicos.
- Supervisión y regulación inadecuada de los hogares de bienestar.
La preocupación de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia por el abuso que pasó desapercibido durante años
La Comisión de Derechos Humanos de Malasia está preocupada por el hecho de que este claro abuso no se detectara durante años. Aunque había varias casas operando en Selangor, solo dos estaban debidamente registradas como escuelas islámicas. Esto hace que la gente se pregunte si existen suficientes controles. La comisión también teme que pueda haber abusos no reportados en otras partes del país, ya que Global Ikhwan tiene muchas ubicaciones.
Malasia es reconocida como un país musulmán moderado pero mantiene un control estricto sobre las enseñanzas islámicas no autorizadas. El gobierno considera que estas enseñanzas podrían generar problemas, especialmente dado que dos tercios de sus 34 millones de habitantes son musulmanes. Este enfoque cauteloso pero lento puede haber permitido que pasaran desapercibidas prácticas abusivas en hogares de bienestar.
Necesitamos leyes y regulaciones más estrictas para prevenir estos terribles sucesos. La implementación de controles más severos, investigaciones exhaustivas, y mayor capacitación para los trabajadores de protección infantil pueden ser de gran ayuda. También es crucial ofrecer a los niños medios seguros para denunciar abusos y actuar rápidamente ante estas denuncias.
Las personas deben confiar en los servicios de protección infantil, y esta confianza se logra a través de acciones claras y efectivas. El reciente escándalo ha demostrado que Malasia necesita una base de datos centralizada para hogares de bienestar, inspecciones regulares y cooperación entre diversas agencias. Resolver estos problemas contribuirá a crear un entorno más seguro para los niños más vulnerables del país.
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