La revuelta de Prigozhin desafió a Putin y estremeció Rusia

MadridHace un año, un fin de semana de verano, ocurrió una rebelión armada en Rusia. Yevgeny Prigozhin, líder de un grupo mercenario respaldado por el Kremlin, tomó el control de una base militar en el sur. Luego, dirigió a sus tropas hacia Moscú con la intención de derrocar a los líderes del Ministerio de Defensa, a quienes acusaba de no suministrar suficiente munición a sus fuerzas en Ucrania. La rebelión se detuvo después de unas pocas horas, pero representó un desafío serio a la autoridad del presidente Vladimir Putin.

Antecedentes de Prigozhin:

• Exconvicto y propietario de un restaurante de lujo en San Petersburgo.
• Conocido como "el chef de Putin" por su cercanía con el presidente ruso.
• Fundó el Grupo Wagner, una empresa militar privada, en 2014.
• Participó en la obtención de contratos para el Kremlin y en la provisión de alimentos para las fuerzas armadas.

El Grupo Wagner de Prigozhin se hizo conocido por enviar soldados a Siria, Libia y la República Centroafricana, ofreciendo seguridad a líderes africanos a cambio de recursos, y enfrentando cargos en EE. UU. por establecer la Agencia de Investigación de Internet para interferir en las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2016.

En Ucrania, Wagner logró capturar Bajmut en mayo de 2023. Prigozhin había reclutado a 50,000 convictos para luchar, de los cuales 10,000 perecieron en la batalla por Bajmut. Las brutales acciones de Wagner se evidenciaron en un video donde un exmiembro de Wagner fue golpeado hasta la muerte.

Prigozhin solía enfrentarse a los líderes militares rusos, acusándolos de corrupción y de no suministrar suficiente munición. La orden de que Wagner firmara contratos con el ejército regular desencadenó una rebelión el 23 y 24 de junio de 2023.

Sus fuerzas tomaron el control del cuartel general militar del sur en Rostov del Don. Intentaron capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, el general Valeri Guerásimov, pero ellos no estaban allí. Prigozhin ordenó a sus tropas avanzar hacia Moscú, calificándolo como una "marcha de justicia". Varios aviones militares fueron derribados, causando la muerte de más de una docena de pilotos. La seguridad en Moscú se incrementó.

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Putin calificó la rebelión de "traición" y "alta traición". El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, logró un acuerdo que detuvo la marcha de Prigozhin. Las fuerzas de Wagner podrían trasladarse a Bielorrusia, retirarse o unirse al ejército. Más tarde, Prigozhin declaró que actuó por enojo.

Destino de Prigozhin: El 23 de agosto, dos meses después de la rebelión, Prigozhin y sus allegados fallecieron en un accidente aéreo. La inteligencia estadounidense sugirió que podría haber sido causado por una bomba. El Kremlin negó cualquier implicación. Prigozhin fue enterrado en San Petersburgo en una ceremonia privada.

Tras la muerte de Prigozhin, varios miles de mercenarios de Wagner se desplazaron a Bielorrusia, pero posteriormente se unieron al ejército ruso o fueron enviados a África. El gobierno ruso estableció el Cuerpo África para fortalecer los lazos militares con los países africanos.

Putin nombró a Andrei Belousov como nuevo ministro de Defensa, reemplazando a Shoigu, quien ahora es secretario del Consejo de Seguridad. Parte del equipo de Shoigu fue arrestado por corrupción. El general Gerasimov conservó su puesto, mientras que el general Sergei Surovikin, que apoyaba a Prigozhin, perdió su cargo pero no fue completamente destituido.

La revuelta de Prigozhin sacudió el poder en Moscú, pero Putin sigue al mando. Muchos opositores políticos abandonaron el país o fueron encarcelados. En unas elecciones controladas, Putin aseguró un nuevo mandato de seis años en marzo. El gobierno continúa reprimiendo a quienes disienten.