Fuerzas de resistencia desafían al régimen militar de Myanmar
MadridEl gobierno militar de Myanmar enfrenta dificultades para mantener el control debido a los crecientes desafíos de los grupos de resistencia. Desde que el Tatmadaw tomó el poder del gobierno electo de Aung San Suu Kyi en febrero de 2021, la oposición ha sido más fuerte. El régimen está combatiendo tanto a las organizaciones armadas étnicas como a los luchadores prodemocracia, lo que complica la recuperación de las áreas perdidas.
Los grupos de resistencia en Myanmar son diversos, pero han comenzado a colaborar de manera más efectiva. Los grupos importantes involucrados son:
Alianza de las Tres Hermanías: Formada por el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar, el Ejército Arakan y el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang. Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDF): Milicias locales prodemocracia que apoyan al Gobierno de Unidad Nacional opositor. Diversas milicias étnicas: Luchando por la autonomía y los derechos de los grupos minoritarios.
En octubre de 2021, se inició la Operación 1027, marcando un cambio significativo en el conflicto. La Alianza de los Tres Hermanos lanzó ataques coordinados que dañaron gravemente las fortalezas militares en el estado de Shan. Utilizaron drones para destruir las bases de apoyo del Tatmadaw, permitiendo que las fuerzas de resistencia tomaran rápidamente el control de pueblos y cuarteles militares. Los ataques también se extendieron al estado de Rakhine y otras áreas, mostrando una nueva forma de combatir en Myanmar. Este cambio refleja cómo el conflicto está evolucionando, con tecnología como los drones que dan ventaja a fuerzas más pequeñas sobre ejércitos tradicionales.
A pesar de los recientes contratiempos, el Tatmadaw todavía controla firmemente ciertas regiones. Ha retomado Kawlin en Sagaing y ha detenido ataques en el estado de Kayah y en Myawaddy. Su fuerza se ve reforzada por el poder aéreo y la incorporación de 30,000 nuevos soldados. Tienen planes de lanzar un ataque importante después de la temporada de lluvias. El uso intensivo de ataques aéreos y nuevos soldados refleja un esfuerzo urgente por recuperar el control, pero sus tácticas habituales podrían no ser efectivas en este tipo de conflicto.
Grupos de resistencia en Myanmar están ganando habilidad y confianza. Están rodeando Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, desafiando el control gubernamental. Sus logros subrayan la importancia de la región central de Myanmar.
La situación del régimen militar en Myanmar está al borde del colapso, impactando tanto a la sociedad como a la economía del país. La continua inestabilidad empeora los problemas humanitarios y económicos. Estos serios desafíos requieren atención internacional y plantean riesgos para la seguridad en la región. La comunidad global debe considerar cómo el conflicto persistente afecta los derechos humanos y la paz en la zona. La situación en Myanmar podría alterar el equilibrio político en el sudeste asiático, subrayando la necesidad de esfuerzos diplomáticos constantes y apoyo para resolver el conflicto.
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