Nuevo estudio: cómo el cerebro percibe el movimiento en objetos flexibles y desafiantes.
MadridUn nuevo estudio ofrece perspectivas interesantes sobre cómo nuestro cerebro maneja la información visual, especialmente con objetos flexibles como el fuego o el agua. La investigación, liderada por el Prof. Markus Lappe y su equipo de la Universidad de Münster, desafía creencias antiguas sobre los movimientos oculares y la estabilidad visual. Revela una diferencia importante entre los procesos que controlan el seguimiento ocular suave y los movimientos oculares bruscos.
El cerebro procesa una gran cantidad de información visual cada segundo, pero nuestra percepción visual se mantiene constante a pesar de que nuestros ojos están en constante movimiento. Los científicos creen que esta estabilidad se debe a un sistema complejo en nuestro procesamiento visual. Sin embargo, nuevas investigaciones indican que:
Movimientos de seguimiento suave no se aplican universalmente a todos los estímulos visuales. El mecanismo de compensación para los sacádicos puede fallar al observar movimientos no rígidos. Existe una clara división entre los sistemas responsables de diferentes tipos de movimientos oculares.
En el pasado, se creía que los movimientos oculares rápidos y suaves respondían de la misma manera a las señales de movimiento. Sin embargo, la investigación del equipo ha demostrado que estos dos tipos de movimientos son diferentes y utilizan vías cerebrales separadas. Este hallazgo es crucial para comprender trastornos que afectan la percepción visual.
El estudio examinó una nueva ilusión visual relacionada con el movimiento. Quince personas intentaron seguir un vórtice giratorio mientras puntos se movían en el fondo. Los ojos de los participantes no pudieron seguir suavemente el vórtice, ya que parecía avanzar de forma repentina, sugiriendo un problema en su percepción del espacio. Los investigadores utilizaron tecnología infrarroja de alta velocidad para rastrear y registrar con precisión los movimientos y posiciones oculares.
Estos hallazgos abren nuevas oportunidades para estudiar la mente y el cerebro. Al identificar una situación en la que los sistemas de respaldo no funcionan, se pueden reconsiderar o incluso modificar las ideas existentes sobre cómo percibimos las cosas. Además, esta investigación podría ser clave en el desarrollo de herramientas para diagnosticar enfermedades cerebrales.
Estudiar los detalles de nuestra visión no es solo para fines académicos, sino que nos ayuda a entender cómo ciertos problemas médicos pueden alterar nuestra percepción visual. Esto puede facilitar el desarrollo de mejores métodos para diagnosticar y tratar estos problemas. Además, este conocimiento puede orientar la creación de tecnología de realidad virtual y aumentada, haciendo que las experiencias visuales para los usuarios sean más realistas.
Esta investigación transforma nuestra comprensión sobre cómo percibimos y procesamos lo que miramos. Además, abre nuevas posibilidades para estudiar cómo nuestros cerebros interpretan la compleja información visual que observamos diariamente.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1126/sciadv.adp6204y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Krischan Koerfer, Tamara Watson, Markus Lappe. Inability to pursue nonrigid motion produces instability of spatial perception. Science Advances, 2024; 10 (45) DOI: 10.1126/sciadv.adp6204Compartir este artículo