Recursos críticos compartidos: clave para el bienestar del planeta y la humanidad, según nuevo estudio

MadridLa Tierra solo seguirá siendo habitable para las futuras generaciones si transformamos nuestros sistemas económicos y tecnologías de manera significativa y compartimos los recursos importantes de manera más equitativa, según un equipo de investigadores internacionales. Ellos consideran que las ciudades y las empresas deben proteger los sistemas esenciales del planeta y mostrar formas de reducir el daño ambiental. Esto es crucial, ya que ya hemos superado varios límites críticos necesarios tanto para la salud humana como planetaria.

El informe de la Fase Uno de la Comisión de la Tierra revela resultados significativos.

• Se han superado los límites ecológicos más cruciales.
• Es necesario tomar medidas urgentes para reducir las desigualdades y transformar las economías.
• Es crucial realizar cambios inmediatos en los sistemas de energía, alimentos y urbanos.
• Las metas basadas en ciencia para empresas y ciudades pueden convertirlas en actores clave de esta transformación.

Un estudio publicado en The Lancet Planetary Health, que reúne a más de 40 investigadores de todo el mundo, amplía investigaciones previas demostrando que nuestros modelos económicos actuales no son sostenibles. El informe subraya que combatir la desigualdad no solo es un deber moral, sino también crucial para proteger el medio ambiente. El uso desigual de los recursos y el alto consumo por una pequeña parte de la población ejercen una presión sobre el planeta, afectando a todos.

Las políticas ambientales impulsadas por el estado suelen ser lentas y menos efectivas. Sin embargo, las empresas y las ciudades pueden actuar con mayor rapidez. Tienen la capacidad de establecer objetivos científicos y realizar cambios significativos rápidamente. Al centrarse en prácticas sostenibles y en una gestión responsable de los recursos, pueden contribuir a la reducción de los problemas ambientales.

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Algunos cambios significativos que deben suceder incluyen:

• Gestión eficiente y compartición de los recursos de agua dulce.
• Reducir la contaminación por nutrientes mediante mejores prácticas agrícolas.
• Invertir en tecnologías sostenibles que minimicen el uso de recursos.
• Crear políticas económicas que disminuyan las desigualdades y las presiones ambientales.

El enfoque principal está en mejorar el uso del agua dulce y los nutrientes. Las técnicas de gestión actuales son ineficientes y perjudiciales. Nuevos métodos de agricultura y manejo del agua pueden reducir la contaminación y promover un uso sostenible.

Estas acciones son cruciales. Si no hacemos cambios significativos para el 2050, el clima de la Tierra se deteriorará y afectará el nivel de vida de todos. Actuar ahora puede prevenir que alcancemos puntos de no retorno, permitiendo a la sociedad, las economías y la naturaleza vivir de manera sostenible.

Los responsables políticos, las empresas y la ciudadanía deben colaborar para implementar estos cambios. Nuevos planes económicos y formas de financiarlos pueden ayudar tanto a reducir la desigualdad como a disminuir el daño al medio ambiente. Este esfuerzo conjunto es crucial para que la Tierra siga sustentando la vida humana a largo plazo.