Estado Islámico ataca comunidad chií en Afganistán: 14 muertos
MadridEn un trágico suceso, 14 personas fueron asesinadas por militantes del Estado Islámico (EI) en una zona principalmente chiíta de Afganistán. El ataque ocurrió en el pueblo de Bandar, en la provincia de Daikundi, y dejó a la comunidad sumida en un profundo dolor. Este evento resalta el peligro constante del grupo EI en Afganistán. Esta organización ha sido un gran rival de los talibanes y ha intentado repetidamente debilitar su control mediante acciones violentas.
Los dolientes se reunieron alrededor de los cuerpos de las víctimas, cubiertos con telas de diferentes colores, expresando su temor por la seguridad de sus familias. Reza Ali, un familiar de una de las víctimas, afirmó que el gobierno debe garantizar la seguridad de las personas y que la masacre podría haberse evitado.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, condenó el ataque tachándolo de "acto terrible". Aseguró a la población que las autoridades están comprometidas a proteger a las personas y sus bienes. Los talibanes han prometido localizar y castigar a los responsables.
La misión de la ONU en Afganistán expresó sus condolencias en redes sociales y pidió una investigación para encontrar y castigar a los responsables. La ONU ha sido firme en denunciar el aumento de los ataques del Estado Islámico que han afectado varias partes de la sociedad afgana en los últimos tres años, entre ellos:
- Escuelas
- Hospitales
- Mezquitas
- Áreas chiitas
A principios de este mes, un atacante suicida de ISIS atentó contra una oficina de fiscales en Kabul. En mayo, una motocicleta con trampa explosiva mató a tres policías en la provincia de Badakhshan. Estos ataques recurrentes han alarmado a expertos en derechos humanos de la ONU como Richard Bennett. Bennett ha calificado los asesinatos de los chiítas hazara como crímenes internacionales y ha sido muy crítico con los talibanes, quienes le han prohibido la entrada a Afganistán.
Hazaras en Riesgo: Sectarismo Violento en Afganistán
Los hazaras, que representan aproximadamente el 9% de los 40 millones de habitantes de Afganistán, están en alto riesgo. En su mayoría son musulmanes chiitas y son atacados por extremistas sunitas como el grupo EI. La violencia constante contra ellos pone de manifiesto las profundas divisiones religiosas en el país.
El conflicto entre militantes del IS y los talibanes genera gran preocupación por la seguridad futura de Afganistán. La gente empieza a dudar de la capacidad de los talibanes para proteger a toda la población del país, dado que es probable que estos ataques continúen. La comunidad internacional observa atentamente, instando a tomar medidas para detener la violencia y garantizar la seguridad de los civiles afganos.
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