Desilusión y apatía marcan elecciones excepcionales en Irán.
MadridIrán celebra una rara segunda vuelta en las elecciones presidenciales, pero muchos ciudadanos no están votando. La población está descontenta tras años de problemas económicos y represiones violentas contra manifestantes. En 2022, Mahsa Amini murió tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar bien puesto el velo, lo que desencadenó grandes protestas. Las relaciones con los países occidentales son tensas, y el enriquecimiento de uranio de Irán está cerca del nivel armamentístico.
Los candidatos en la segunda vuelta electoral son Saeed Jalili, ex negociador nuclear, y Masoud Pezeshkian, un cirujano cardíaco. Para ganar, Pezeshkian necesita una alta participación de votantes. Sus seguidores están preocupados por lo que podría suceder si Jalili triunfa, pero muchos sienten que su voto no marca la diferencia.
Leila Seyyedi, una estudiante de diseño gráfico de 23 años, declaró que no vota ni votará porque nadie se disculpó por la muerte de Mahsa ni por las dificultades que enfrentan los jóvenes. Ni los reformistas ni los conservadores lo han hecho.
Las leyes electorales de Irán establecen que un candidato necesita más del 50% de los votos para ganar sin necesidad de una segunda vuelta. Según los resultados anunciados el sábado:
- Pezeshkian: 10,4 millones de votos
- Jalili: 9,4 millones de votos
- Presidente del Parlamento Mohammad Bagher Qalibaf: 3,3 millones de votos
- Clérigo chií Mostafa Pourmohammadi: más de 206.000 votos
Analistas creen que los votantes de Qalibaf probablemente apoyarán a Jalili. Qalibaf, un ex general y jefe de la policía nacional, ha respaldado a Jalili. Jalili, de 58 años, quien perdió una pierna en la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980, lidera actualmente. Es conocido por su postura estricta. Diplomáticos occidentales lo encontraron desafiante en las negociaciones nucleares y existen preocupaciones sobre sus opiniones dentro de Irán. Mohammad Javad Azari Jahromi, ex Ministro de Tecnología de la Información y Comunicación, advirtió contra permitir que Irán se convierta en algo similar a los talibanes.
La muerte de Amini y su legado: Irán en tensión
La muerte de Amini en septiembre de 2022 sigue generando indignación. Según las Naciones Unidas, el gobierno iraní fue responsable de su fallecimiento debido a la violencia física. Este trágico evento desató meses de protestas y una represión de seguridad que dejó más de 500 muertos y más de 22,000 detenidos. Menos de dos años después, las autoridades han vuelto a aplicar estrictamente las normas del uso del hiyab. El Centro Soufan, un grupo de reflexión en Nueva York, señaló que la baja participación electoral y las boletas en blanco son indicios de que la ciudadanía está rechazando las políticas gubernamentales, especialmente la persecución de críticos y mujeres que no cumplen con las leyes del hiyab.
Pezeshkian afirmó en redes sociales que su gobierno no obligaría a la policía a hacer cumplir las normas del hijab y del internet. Sin embargo, mucha gente sigue descontenta. Tahereh Namazi, una profesora de matemáticas de 31 años, no votó porque ninguno de los candidatos abordó estos asuntos de manera clara.
Compartir este artículo