El nuevo primer ministro francés enfrenta críticas por su pasado anti-LGBTQ+
MadridEl nuevo Primer Ministro de Francia enfrenta fuertes críticas por sus votos pasados en contra de los derechos homosexuales. Se opuso a la eliminación de leyes discriminatorias hacia personas homosexuales. Esto ha reavivado debates sobre su postura respecto a cuestiones LGBTQ+ y si es un líder adecuado para la Francia actual. Las críticas destacan errores anteriores y preocupaciones persistentes sobre la discriminación.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Vichy en Francia promulgó leyes que ilegalizaban los actos homosexuales. Estas normativas se mantuvieron vigentes hasta 1982. Además, la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales se estableció más alta que para las heterosexuales. Esta clara diferencia evidencia la homofobia persistente durante muchos años.
Un estudio de una escuela parisina revela que cerca de 10,000 personas fueron condenadas bajo estas leyes. La edad de consentimiento para los heterosexuales era de 13 años, pero para actos homosexuales era de 21 años, evidenciando discriminación. Francia elevó la edad de consentimiento general a 15 años en 1945, pero mantuvo una edad más alta para los homosexuales hasta 1974. No fue hasta 1982 que se igualó la edad de consentimiento para heterosexuales y homosexuales.
Los siguientes puntos reflejan la esencia de la postura conservadora de aquella época:
- Creencia de que se necesitaban leyes más estrictas para proteger a los jóvenes de la homosexualidad.
- Argumentos de que la despenalización de los actos homosexuales pondría en peligro a los adolescentes.
- Preocupaciones por el cambio en las percepciones sociales sobre la homosexualidad.
La discusión actual se centra en los votos del Primer Ministro en 1980 y 1981. En ambos años, él votó en contra de eliminar leyes injustas hacia los homosexuales. En lugar de ayudar a eliminar estas leyes, se unió a un grupo conservador que buscaba seguir castigando la homosexualidad.
En 1980, votó a favor de una enmienda que mantuvo en vigor la ley de Vichy. Esta ley seguía encarcelando a personas por actos "indecentes o antinaturales" entre miembros del mismo sexo. La enmienda fue aprobada con gran respaldo, manteniendo estas estrictas normas por dos años más. Su historial de votaciones muestra una oposición constante a promover los derechos LGBT.
Este contexto plantea preguntas importantes sobre las opiniones actuales del Primer Ministro respecto a los temas LGBTQ+. ¿Sigue manteniendo creencias conservadoras que no se alinean con los valores de igualdad y diversidad de hoy en día? Los críticos sostienen que sus votos pasados demuestran una falta de apoyo a los derechos de las minorías, lo que genera inquietud sobre su capacidad para liderar un gobierno que incluya a todos.
El silencio del Primer Ministro durante los debates genera más inquietud entre la gente. Hace años, se argumentaba contra la despenalización por el temor de que perjudicara a los jóvenes y desestabilizara la sociedad. Hoy en día, esos argumentos parecen anticuados y desfasados de los valores modernos que fomentan la diversidad.
Francia avanza hacia una sociedad más inclusiva, pero el historial de votación del Primer Ministro podría ser un obstáculo. Es esencial analizar cómo las acciones pasadas reflejan las creencias actuales y pueden influir en las políticas futuras. Francia valora los derechos humanos y la igualdad, por lo que los líderes necesitan apoyar estos valores y desafiar las ideas obsoletas que no se ajustan al mundo de hoy.
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