Activistas piden embargo global de armas y fuerza neutral en Sudán
MadridExpertos en derechos humanos, respaldados por la ONU, han solicitado una prohibición más amplia de la venta de armas que abarque todo Sudán, no solo Darfur. También piden una fuerza de paz independiente para proteger a los civiles. El conflicto en Sudán, que comenzó en abril del año pasado, ha generado graves problemas humanitarios, incluidos más de 10 millones de desplazados y hambruna en algunas áreas.
Los expertos recomiendan los siguientes pasos clave:
- Ampliar el embargo de armas a todo Sudán.
- Desplegar una fuerza independiente con el mandato de proteger a los civiles.
- Detener el suministro de armas, municiones y otros recursos a las facciones en conflicto.
La investigación del equipo revela un grave problema de crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos. El conflicto se ha extendido a 14 de los 18 estados de Sudán, empeorando así la situación humanitaria. Más de 180 supervivientes, familiares y testigos han reportado una situación desoladora. La violencia sexual relacionada con el conflicto sigue siendo frecuente, afectando principalmente a mujeres y niñas.
Organizaciones humanitarias han encontrado dificultades para brindar ayuda debido a la falta de acceso a las áreas necesitadas. Esto ha empeorado la situación para las personas desplazadas. En diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió finalizar su misión política en Sudán. Esto ha generado la necesidad de formar un nuevo equipo. Expertos sugieren que este equipo debe ser internacional, tener tareas claras y contar con suficientes recursos.
Los expertos no mencionaron países específicos para la misión de paz. Sin embargo, señalaron que hay acusaciones contra los Emiratos Árabes Unidos y Egipto por apoyar diferentes bandos en el conflicto. Se acusa a los Emiratos de respaldar a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), algo que ellos niegan. Por otro lado, se dice que Egipto apoya al ejército de Sudán.
El llamado a detener el suministro de armas y enviar fuerzas de paz refleja que la comunidad internacional está descontenta con la violencia persistente y la incapacidad de los grupos locales para proteger a la población. Al frenar el flujo de armas, los expertos esperan poner fin a la violencia y facilitar la entrega de ayuda humanitaria. El embargo planeado y la fuerza de paz deben centrarse en proteger a las personas y asegurar que los alimentos y la asistencia médica lleguen a su destino.
Es imprescindible que el mundo actúe rápidamente para reducir el sufrimiento y devolver la estabilidad a Sudán, un país desgarrado por conflictos internos. La comunidad internacional debe tomar acción, no solo siguiendo estas recomendaciones, sino también asegurando una paz y seguridad duraderas en Sudán.
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