Empresas de EE. UU. en China sufren caídas históricas de ganancias

MadridLas empresas estadounidenses en China están experimentando algunas de sus peores ganancias debido a crecientes tensiones políticas y a un mercado lento. El reciente informe del Consejo Empresarial Estados Unidos-China destaca los grandes retos a los que estas compañías se enfrentan, como el aumento de los riesgos políticos, la baja demanda y la excesiva competencia. Esta situación está llevando a las empresas a replantearse sus planes e inversiones en China.

Las empresas estadounidenses en China enfrentan varios problemas importantes:

• Tensiones geopolíticas
• Desaceleración del crecimiento económico
• Exceso de capacidad en el mercado
• Baja demanda de los consumidores

Eric Zheng, presidente de AmCham Shanghai, destacó los desafíos que enfrentan las empresas para equilibrar riesgos y recompensas. Muchas compañías perciben ahora más riesgos que beneficios, lo que las lleva a considerar invertir en otros mercados como Vietnam, Malasia y el sur de Asia. Según el informe de AmCham, en 2023, el 25% de las empresas redujeron sus inversiones en China debido a preocupaciones sobre la desaceleración económica del país. Menos negocios estadounidenses esperan que sus ingresos en China crezcan, y solo una pequeña parte cree que su crecimiento será más rápido que las tendencias globales en los próximos años.

Las empresas europeas enfrentan desafíos similares a las estadounidenses. La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China corroboró estas preocupaciones en su informe. Las compañías europeas se muestran cautelosas debido a las promesas de reforma incumplidas y un entorno empresarial más politizado. Jens Eskelund, presidente de la Cámara Europea, teme que invertir en China pronto se vuelva demasiado arriesgado. Subrayó la necesidad de que China se concentre en el crecimiento económico y las reformas para aumentar la confianza de los inversores y crear condiciones comerciales justas.

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Este cambio podría derivar en diversos resultados:

Las empresas están buscando nuevos lugares para fabricar sus productos en lugar de depender de China. Esto podría hacer que China sea menos atractiva para los negocios. En consecuencia, China podría necesitar ajustar sus políticas económicas para atraer a las empresas nuevamente. Si no reciben suficiente inversión extranjera, su crecimiento económico podría ralentizarse.

Las tensiones geopolíticas están agravando los problemas económicos, afectando a industrias como la tecnología y la manufactura. La guerra comercial y los problemas políticos entre EE.UU. y China complican aún más el entorno empresarial. Como resultado, muchas compañías encuentran difícil decidir si invertir en China y deben replantear sus estrategias globales.