EE.UU. aborda desafíos militares en África mientras crece la influencia rusa

MadridEstados Unidos afronta desafíos con sus vínculos militares y la reducción de tropas en países africanos. Líderes militares se reunieron en Botsuana para discutir estos problemas. El encuentro permitió a los funcionarios estadounidenses conocer las inquietudes y objetivos de los líderes africanos.

El funcionario de defensa destacó:

• Fortaleciendo relaciones existentes
• Desplegando capacidades en nuevas ubicaciones
• Ajustándose a soluciones locales
• Manteniendo diálogo sobre la presencia militar de EE.UU.

EE.UU. desea mostrar que puede escuchar y aceptar soluciones locales. Las naciones africanas están molestos con la presión estadounidense para promover la democracia y los derechos humanos. Perciben a EE.UU. como hipócrita, ya que apoya a algunos líderes autocráticos. Rusia, por su parte, ofrece ayuda en seguridad sin intervenir en la política, lo que la convierte en un socio atractivo.

Los países están reduciendo sus tropas en la región del Sahel en África, lo que genera preocupación sobre el manejo de grupos extremistas vinculados a ISIS y al-Qaida. Las actividades extremistas se están extendiendo hacia la costa de África Occidental. Recientemente, el gobierno militar de Níger pidió a las fuerzas estadounidenses que se retiraran tras derrocar al presidente electo. También solicitaron la salida de las fuerzas francesas. Posteriormente, el gobierno militar recurrió a la ayuda del grupo mercenario ruso Wagner.

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Washington denominó la toma de poder como un golpe de estado, lo que activó leyes estadounidenses que limitan la ayuda militar. Esto afecta la base de drones en Agadez, utilizada para misiones antiterroristas en el Sahel. La retirada de EE.UU. de Níger está completada en un 30% y finalizará antes del 15 de septiembre. Todavía quedan unos 600 soldados en Níger, y el ritmo de retirada depende de la eliminación de sistemas de armas y equipos.

En Chad, las fuerzas estadounidenses abandonaron la Base Aérea Adji Kossei cerca de N’Djamena. Unos 75 soldados de las fuerzas especiales del Ejército de EE. UU. se desplazaron a Europa, mientras que aproximadamente 20 tropas de EE. UU. permanecieron, junto con fuerzas de seguridad de los Marines en la embajada estadounidense. Estados Unidos ha dicho que estas reducciones de tropas en Chad son temporales. Después de las elecciones presidenciales en Chad, reconsiderarán su presencia en el país.

Mvemba Dizolele del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales afirmó que Estados Unidos debe cambiar su estrategia. La política de seguridad estadounidense no debe asumir que los oficiales militares africanos quieran seguir los métodos americanos, ya que ellos operan basándose en sus propias circunstancias. La Ley Leahy y otras normativas limitan la disposición de Estados Unidos para cooperar con algunos países africanos. Mientras tanto, Rusia y China están dispuestas a proporcionar cualquier tipo de ayuda militar que los países africanos puedan costear.

Las conversaciones en Botsuana tienen como objetivo mejorar las relaciones militares y abordar las necesidades de los países con una presencia reducida de EE.UU. Brown subrayó la importancia de colaborar con los líderes de las embajadas en estas naciones para planificar la futura participación militar de EE.UU. Estos esfuerzos buscan alinear el apoyo estadounidense con las demandas de los gobiernos africanos.