EE. UU. avanza con estrategia cautelosa en Medio Oriente durante elecciones

MadridLa administración de Biden maneja con cautela sus acciones en el Medio Oriente, a pesar de las próximas elecciones domésticas que podrían alterar su poder a nivel internacional. Estados Unidos busca mantener una relación estable con Israel aconsejando evitar acciones que puedan generar más conflictos en la región, especialmente con Irán. Esto demuestra que, aunque EE. UU. mantiene cierta influencia, esta no es tan fuerte a medida que se acerca el final del mandato de Biden.

Aquí algunos avances importantes:

• Intentos de Estados Unidos para mediar un alto al fuego en Gaza
• Colaboración con actores regionales para evitar conflictos a gran escala
• Evaluación de la disposición de Israel para avanzar hacia la paz

La Casa Blanca respalda un plan egipcio para un breve alto el fuego en Gaza con el fin de proporcionar ayuda humanitaria e intercambiar rehenes, aunque las probabilidades de éxito son bajas. El presidente Biden y su equipo están dispuestos a considerar cualquier propuesta que pueda aliviar el sufrimiento, pero existen dudas, ya que Hamás exige la retirada total de las fuerzas israelíes, algo que es poco probable que Israel acepte.

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El secretario de Estado, Antony Blinken, realizó recientemente una visita al Medio Oriente para evaluar las posibilidades de alcanzar la paz. Aunque hay un atisbo de esperanza tras las conversaciones, intentos previos de resolver los conflictos frecuentemente han fracasado. Las reuniones en Doha, que contaron con la participación de la CIA y líderes locales importantes, demuestran que los esfuerzos diplomáticos continúan, aunque aún no se han logrado resultados concretos.

El delicado equilibrio en Líbano: EE. UU. busca reducir tensiones entre Israel y Hezbollah. Amos Hochstein, asesor del Presidente Biden, se encuentra en la región para comprender las condiciones de paz de Israel y explorar cómo Líbano puede manejar la agresión de Hezbollah. Sin embargo, las discrepancias entre los líderes libaneses y la renuencia del Ejército Libanés a confrontar a Hezbollah dificultan alcanzar acuerdos.

Reveses militares recientes para Hamas y Hezbolá, junto con la falta de nuevos líderes anunciados, están generando inestabilidad en la región. Esta incertidumbre podría retrasar futuras conversaciones de paz y aumentar la presión sobre los diplomáticos estadounidenses para que se adapten a las cambiantes situaciones regionales. Con la proximidad de las elecciones en EE. UU., lograr avances significativos en el Medio Oriente es una tarea difícil que requiere un esfuerzo constante y una adaptabilidad estratégica.