Olas de calor y sequías afectan más a los árboles urbanos, revela estudio.
MadridLos árboles urbanos en la Ciudad de Nueva York y Boston son más afectados por las olas de calor y las sequías que los árboles de áreas rurales, según una investigación reciente publicada en la revista Ecological Applications. El Advanced Science Research Center del CUNY Graduate Center llevó a cabo el estudio, que destaca la necesidad de estrategias específicas para el cuidado de árboles urbanos debido al cambio climático. A medida que las temperaturas globales aumentan y las ciudades enfrentan un clima más extremo, la protección de los árboles urbanos se vuelve aún más crucial.
Investigadores compararon los anillos de árboles de ciudades y zonas rurales con datos meteorológicos del pasado. Descubrieron que los árboles urbanos crecen más lentamente y almacenan menos carbono durante el clima extremo en comparación con los árboles rurales.
Principales resultados del estudio:
- Los árboles urbanos sufren mayores impactos negativos debido a las olas de calor y la sequía.
- Su tasa de crecimiento y capacidad de almacenamiento de carbono se reducen significativamente en estas condiciones.
- El duro entorno urbano, que incluye temperaturas más altas, menor humedad y mayor contaminación, empeora estos efectos.
Los árboles urbanos enfrentan numerosos problemas además de los biológicos. Las ciudades están llenas de concreto y asfalto, lo que eleva las temperaturas en comparación con las zonas circundantes. Este calor adicional incrementa el estrés de los árboles. Además, los árboles urbanos tienen acceso limitado a suelo, suelo de menor calidad y una mayor exposición a la contaminación, lo que disminuye su capacidad para enfrentar las condiciones climáticas.
Comprender los desafíos únicos que enfrentan los árboles urbanos es el primer paso hacia una mitigación eficaz. Los urbanistas y gestores forestales deben considerar varias estrategias adaptadas:
- Maximizar el tamaño de los alcorques para permitir una mayor expansión de las raíces y absorción de nutrientes.
- Elegir especies de árboles más tolerantes al calor, la sequía y la contaminación.
- Implementar técnicas de conservación de agua, como jardines de lluvia y pavimentos permeables, para mejorar la humedad del suelo.
- Aumentar los espacios verdes para mitigar el efecto isla de calor urbano.
Incorporar estos pasos en la planificación urbana puede ayudar a crear bosques urbanos más fuertes y saludables. Estos bosques contribuyen a regular la temperatura, gestionar el agua de lluvia, limpiar el aire y mejorar el bienestar de las personas. Si ignoramos estos problemas, los árboles de la ciudad y sus beneficios podrían reducirse significativamente en el futuro.
Este estudio, respaldado por CUNY y la Estación de Investigación del Norte de los Servicios Forestales del USDA, resalta un punto crucial. A medida que las ciudades enfrentan los efectos del cambio climático, la salud de los bosques urbanos se convierte en un indicador esencial de su capacidad para adaptarse a estos cambios y en un componente clave de las estrategias de adaptación al cambio climático.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1002/eap.2970y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Kayla Warner, Nancy Falxa Sonti, Elizabeth M. Cook, Richard A. Hallett, Lucy R. Hutyra, Andrew B. Reinmann. Urbanization exacerbates climate sensitivity of eastern United States broadleaf trees. Ecological Applications, 2024; 34 (4) DOI: 10.1002/eap.2970Compartir este artículo