Papa Francisco alaba Singapur y pide justicia para migrantes
MadridEl Papa Francisco visitó Singapur tras su viaje a Timor Oriental, concluyendo así su gira de 11 días por el sudeste asiático. Se reunió con el presidente Tharman Shanmugaratnam y el primer ministro Lawrence Wong. Elogió los avances de Singapur en desarrollo sostenible, salud y educación, y pidió a los líderes que prestaran más atención a las necesidades de las personas más desfavorecidas, especialmente los trabajadores migrantes.
Francis habló sobre la necesidad de equilibrar el crecimiento económico con la equidad social. Criticó el sistema basado en el mérito de Singapur, señalando que enfocarse demasiado en ser el mejor puede perjudicar a los menos privilegiados. Mencionó que pensar solo en resultados prácticos podría dejar inadvertidamente a personas en los márgenes de la sociedad. Resaltó los siguientes puntos clave:
- La importancia del desarrollo sostenible
- Garantizar educación y salud de calidad
- Los riesgos de la meritocracia para comunidades marginadas
- Asegurar sueldos justos y condiciones dignas para los trabajadores migrantes
Singapur ha experimentado un fuerte crecimiento económico, con un PIB per cápita de $133,740, uno de los más altos del mundo. No obstante, el país carece de una política de salario mínimo, lo que puede resultar en la explotación de muchos de sus 1.5 millones de trabajadores extranjeros. Human Rights Watch ha denunciado varios abusos laborales como el impago de salarios, la restricción de movimiento y la confiscación de pasaportes.
Las preocupaciones del Papa son pertinentes porque el éxito de Singapur tiene un lado oculto. Muchos trabajadores migrantes de Pakistán, Bangladesh y otros países asiáticos más pobres enfrentan condiciones difíciles. Ellos ayudan a construir la economía de Singapur, pero no disfrutan de sus beneficios. Estos trabajadores constituyen una parte fundamental de la fuerza laboral y son esenciales para la economía del país. Merecen mejores condiciones laborales.
Singapur ha experimentado una gran transformación, pasando de ser una colonia a convertirse en un centro financiero mundial. Francis señaló que los beneficios de este desarrollo deben distribuirse equitativamente. Destacó que, a pesar de contar con altos estándares de vida y bajos niveles de criminalidad, Singapur es también un lugar muy caro para vivir y cuenta con un ambiente competitivo que genera estrés en su población.
Visitó Singapur para apoyar a la comunidad católica y destacar los esfuerzos del país en promover la armonía entre religiones y proteger el medio ambiente. El presidente Shanmugaratnam subrayó que estos logros son fruto de una dedicación y trabajo arduo a largo plazo.
Francis destaca que a medida que Singapur continúa desarrollándose, es crucial asegurar un trato justo para todas las personas, incluidas las trabajadores migrantes, y ofrecerles iguales oportunidades de éxito.
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