Estudio revela: ser dueño de vivienda en EE. UU. se asocia con mayor longevidad.

MadridPoseer una casa en Estados Unidos es crucial para muchas personas. Según una reciente investigación realizada por el Dr. Casey Breen de la Universidad de Oxford, ser propietario de una vivienda podría contribuir a que las personas vivan más tiempo, especialmente en el caso de hombres negros y blancos nacidos a principios del siglo XX. El estudio indica que tener una casa brinda beneficios más allá de lo económico, influyendo en el bienestar general y en la longevidad.

Un estudio descubrió que los propietarios de viviendas afroamericanos nacidos a principios de 1900 vivieron aproximadamente 0.36 años más. Los hombres blancos propietarios de viviendas del mismo período vivieron 0.42 años más. Además, aquellos que eran propietarios a los 65 años vivieron alrededor de seis meses más que los que alquilaban.

Esta investigación examina cómo los factores sociales impactan la salud. Ser propietario de una vivienda puede brindar una sensación de seguridad y pertenencia a una comunidad. Esto puede mejorar la salud mental, reducir el estrés y facilitar la construcción de redes de apoyo. Estos beneficios podrían ayudar a explicar por qué las personas que poseen una casa a menudo disfrutan de mejor salud y viven más tiempo.

Este estudio muestra cómo el pasado aún nos influye hoy en día. A mediados del siglo XX, prácticas injustas como la segregación residencial y los convenios raciales dificultaban que los afroamericanos compraran viviendas. Estos problemas de vivienda de antaño siguen afectando la salud incluso ahora. Es crucial reformar estos sistemas injustos para reducir las diferencias en la esperanza de vida entre grupos raciales.

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El estudio sugiere cambios importantes en las políticas. Aumentar la disponibilidad de viviendas asequibles y crear políticas para abordar las disparidades raciales en la propiedad de viviendas podrían ayudar a mejorar los problemas de salud mencionados en el estudio. Dado que la vivienda influye en la salud pública, conectar estas áreas puede llevar a una mejor salud para las comunidades.

El estudio reveló que, aunque ser propietario de una vivienda puede generar beneficios económicos, no tiene un impacto significativo en la longevidad de las personas. En su lugar, los beneficios sociales y emocionales de tener una casa son importantes. Sería útil estudiar a mujeres y diferentes grupos étnicos para comprender mejor los efectos de la propiedad de vivienda sobre la esperanza de vida.

El estudio del Dr. Breen revela que tener una vivienda propia puede influir en la salud de diversas maneras. A medida que se discute más sobre la equidad en la vivienda y se modifican las políticas, estos hallazgos demuestran que poseer una casa ofrece beneficios no solo económicos, sino también sociales.