Oposición en Myanmar rechaza diálogo político del Ejército
MadridGobierno militar planea censo nacional como antesala a elecciones
El gobierno militar se prepara para llevar a cabo un censo nacional, lo que se percibe como un paso hacia unas elecciones generales programadas. Los críticos opinan que estas elecciones son solo un medio para que el ejército haga parecer legítimo su control, a pesar de que aún persiste una guerra civil. La fecha del evento electoral ha sido incierta, inicialmente fijada para agosto de 2023 pero aplazada en varias ocasiones. Muchos consideran poco realista celebrar elecciones en medio de la violencia continua y hay dudas sobre si serían transparentes.
El ejército ha solicitado conversaciones debido a las dificultades que enfrenta al combatir a milicias étnicas organizadas y a diversas Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDFs). Estos grupos han avanzado y han infligido severas pérdidas al ejército, especialmente en áreas como el noreste cerca de China y el estado de Rakhine. Las milicias étnicas buscan más autonomía, mientras que las PDFs pretenden restaurar el régimen democrático.
La oposición sostiene que para tener una conversación genuina es necesario cumplir con ciertas condiciones.
Poniendo fin a la participación militar en la política, subordinando todas las fuerzas armadas a un gobierno civil, y redactando una nueva constitución basada en el federalismo y los principios democráticos son pasos cruciales para establecer una unión democrática federal. Además, es esencial implementar mecanismos de justicia transicional.
El ejército no ha mostrado interés en renunciar ni en realizar cambios democráticos. La oposición tiene un plan detallado para una transición pacífica del poder y el fin del dominio militar. No obstante, declaraciones anteriores del General superior Min Aung Hlaing reflejan la postura intransigente de los militares. En un discurso el Día de las Fuerzas Armadas en marzo de 2022, afirmó que no dialogaría con grupos a los que calificaba de terroristas.
El Ejército etiqueta a muchos grupos opositores como "terroristas", lo que dificulta cualquier diálogo. Esta denominación debilita a la oposición y le da al Ejército un pretexto para atacar a diversos grupos. La oferta de diálogo por parte del Ejército no concuerda con sus acciones pasadas de represión ni con su retórica severa hacia aquellos que cuestionan su autoridad.
El ejército de Myanmar y la oposición tienen ideas muy diferentes, lo que dificulta llegar a un acuerdo. Se requiere que el ejército implemente cambios significativos para avanzar. Sin un esfuerzo genuino hacia el cambio político, Myanmar enfrentará un futuro incierto.
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