Bibliotecarios LGBTQ+ en riesgo: agresiones aumentan con la censura de libros

MadridLa bibliotecaria de Idaho, June Meissner, estaba cerrando la Biblioteca Pública de Boise cuando un hombre le pidió ayuda. Parte de su trabajo es responder preguntas. Sin embargo, al acercarse, el hombre intentó golpearla y le gritó insultos. Meissner, una mujer transgénero, fue amenazada por el hombre, quien le dijo que volvería para matarla.

Eventos del Mes del Orgullo celebran la cultura y los derechos LGBTQ+. No obstante, las personas LGBTQ+ se enfrentan a más desafíos en el trabajo. Entre los problemas se encuentran ser llamados por el género incorrecto y sufrir ataques físicos.

Bibliotecarios que no se ajustan a los roles de género tradicionales están enfrentando crecientes presiones para prohibir ciertos libros. Estos libros abordan temas como la identidad de género, la orientación sexual y la raza. Emily Drabinski, presidenta de la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA), habló sobre este problema, afirmando que los esfuerzos por prohibir libros también son perjudiciales para las personas. Drabinski, quien es lesbiana, encuentra la situación muy difícil y dolorosa.

En 2023, la ALA registró el mayor número de títulos de libros sometidos a censura en su historia. Observaron:

• 4,240 libros en la mira de la censura
• Un aumento del 65% respecto a 2022
• “Gender Queer” lidera la lista por tercer año consecutivo

Los legisladores están considerando más acciones legales, como demandas, multas o encarcelamiento para quienes distribuyan libros que consideren inapropiados. En Idaho, una nueva ley permite a los fiscales acusar a bibliotecas públicas y escolares. Esta ley, que entra en vigor el 1 de julio, exige que las bibliotecas mantengan materiales "dañinos" alejados de los niños. El Gobernador de Idaho, Brad Little, firmó esta ley en abril.

El juez afirmó que la orientación sexual de un niño no debería ser un problema. Se preguntó por qué se muestra contenido sexual a los menores. Muchas personas están pidiendo que se prohíban libros sobre género y sexo.

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Las normativas legales para calificar materiales como obscenos o perjudiciales para los menores son muy rigurosas. Los tribunales suelen apoyar a las bibliotecas. Vera Eidelman, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles especializada en libertad de expresión, señaló que simplemente describir o mostrar sexo no es suficiente para que algo se considere obsceno.

El movimiento para prohibir libros limita el acceso a ciertos materiales. Los jóvenes LGBTQ+ tienen dificultades para encontrar historias que los representen. Esto impacta tanto a bibliotecas públicas como escolares.

Los bibliotecarios como Meissner se encuentran en el epicentro de este problema. Enfrentan peligros personales y desafíos en su trabajo, como ser agredidos físicamente y preocuparse por la posibilidad de perder sus empleos.

Bibliotecarios y la ALA trabajan para garantizar que las personas puedan acceder a una variedad de materiales. Se oponen a la prohibición de libros y apoyan la libertad de expresión. La ALA destaca la necesidad de representar a todas las comunidades, especialmente a la comunidad LGBTQ+.

Las críticas a los libros y bibliotecarios reflejan problemas más profundos en la sociedad. Estas acciones evidencian las luchas continuas por los derechos y la representación justa. Los desafíos son grandes, pero la determinación para resistir la censura es fuerte.

Bibliotecarios LGBTQ+ y sus aliados continúan trabajando arduamente para que las bibliotecas sean espacios inclusivos y diversos.