Primer ministro israelí Netanyahu en la ONU en Nueva York.

Israel ha asegurado a Estados Unidos que les mantendrá informados sobre cualquier plan para atacar a Irán según el WSJ.

Israel ha asegurado a Estados Unidos que sus ataques planeados en Irán no se enfocarán en sitios nucleares ni petroleros. Estados Unidos hizo esta solicitud para evitar un aumento de las tensiones en Oriente Medio y mantener la estabilidad de los precios del petróleo. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, discutió este asunto recientemente con el Presidente Biden. El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, también habló al respecto con el ministro de defensa israelí, Yoav Gallant.

Israel ha prometido no atacar los sitios nucleares y petroleros de Irán. Estados Unidos desea mantener la estabilidad en el Medio Oriente antes de sus elecciones presidenciales. En lugar de eso, Israel podría centrarse en atacar ubicaciones militares o de inteligencia.

Israel no ha proporcionado a Estados Unidos una lista de objetivos específicos para su ataque planeado. Esta acción es una respuesta a los ataques con misiles de Irán el 1 de octubre, que ocurrieron después de un ataque aéreo israelí que mató al líder de Hezbolá, Hasán Nasrallah. La oficina del Primer Ministro Netanyahu declaró que Israel tomará decisiones basadas en sus intereses nacionales, lo que indica que el plan final podría cambiar.

Implicaciones Estratégicas para el Medio Oriente

Es posible que Israel actúe de manera similar a como lo hizo en abril, cuando atacó una base militar iraní. Esto ocurrió después de que Irán lanzara misiles y drones contra Israel. Sin embargo, en esta ocasión, la situación podría volverse más tensa. Los expertos creen que Israel desea demostrar que sus planes de defensa son sólidos y disuadir a Irán de futuros ataques.

El aumento de las tensiones en Estados Unidos podría tener efectos significativos. Podría implicar a las fuerzas estadounidenses en un conflicto antes de las elecciones presidenciales de noviembre. La Casa Blanca desea mantener la respuesta de Israel bajo control. Existe preocupación de que un conflicto mayor pueda desestabilizar la región, lo que podría afectar los mercados globales, especialmente con el aumento de los precios del petróleo.

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Los objetivos de Israel son difíciles de prever. El propósito es infligir un daño significativo a Teherán. Israel quiere dejar claro que no tolerará ataques directos, como el reciente perpetrado por Irán.

El apoyo de Estados Unidos y las reacciones de otros países fueron destacables.

Estados Unidos está demostrando un fuerte apoyo a la seguridad de Israel al enviar el sistema Terminal de Defensa de Área a Gran Altitud (THAAD) a ese país. El sistema llegará pronto acompañado de unos 100 soldados. Esta acción es crucial para interceptar misiles balísticos, lo que contribuirá a mejorar las capacidades defensivas de Israel.

El presidente Biden advirtió sobre la importancia de ser cautelosos. Inicialmente, mencionó que Estados Unidos podría apoyar un ataque israelí a los campos petroleros de Irán, lo que hizo que los precios del petróleo subieran. Sin embargo, más tarde desaconsejó este plan, al comprender que podría ocasionar más problemas, como un aumento de las tensiones y dificultades económicas.

Los expertos advierten sobre las promesas de Netanyahu. Algunos políticos de línea dura en Israel podrían seguir presionando para realizar ataques en sitios nucleares o instalaciones petroleras, a pesar de los compromisos actuales. Si Irán toma represalias, sería la tercera vez este año. La situación es inestable y las aerolíneas están ajustando sus operaciones debido a que el espacio aéreo es uno de los más transitados del mundo.

Israel está tratando de evitar que las tensiones aumenten, aunque todavía existen muchas incertidumbres. Su cooperación con Estados Unidos demuestra que comparten objetivos estratégicos, pero también refleja la complejidad de la política en Oriente Medio. La situación es arriesgada, afectando la paz en la región y la economía global. Ambos países son cautelosos, equilibrando acciones militares con esfuerzos diplomáticos.