Sensor innovador transforma el monitoreo de plantas ante desafíos climáticos y demográficos.

MadridLa productividad agrícola en todo el mundo enfrenta más desafíos debido al cambio climático y al aumento de la población. Para abordar esta situación, investigadores de la Universidad de Tohoku han desarrollado un nuevo sensor que se adhiere a las hojas para monitorear la salud de las plantas. Este pequeño dispositivo proporciona información detallada y en tiempo real sobre las condiciones de las plantas y podría mejorar considerablemente los rendimientos de los cultivos y la gestión de recursos. A diferencia de los métodos tradicionales que suelen requerir esfuerzo manual y pueden ser costosos, esta innovación ofrece una solución más práctica.

El sensor está diseñado para ser económico y fácil de usar. Se adhiere directamente a la parte inferior de las hojas sin impedir su crecimiento. Además, cuenta con las siguientes características:

• Sensor espectroscópico para medir colores con precisión.
• Diseño ligero que no bloquea la luz solar.
• Conectividad Wi-Fi para transferencia de datos.
• Resistente al agua, ideal para uso al aire libre.
• Funciona con batería, con una duración de más de un mes.

Esta tecnología ofrece una visión más profunda de la salud de las plantas en comparación con los drones, que solo recopilan datos superficiales. Agricultores e investigadores pueden instalar numerosos sensores en un campo para obtener información detallada sobre diversas condiciones de las plantas. El dispositivo es capaz de detectar pequeños cambios en el color de las hojas y se integra bien con los espectrómetros comerciales.

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Este sensor es útil tanto en la agricultura como en el estudio de bosques y el medio ambiente. Permite monitorear cambios estacionales, como la caída y el envejecimiento de las hojas, y medir el estrés en las plantas por variaciones en la luz solar. En experimentos con Arabidopsis thaliana, una planta que manifiesta fácilmente signos de estrés, las mediciones del sensor coincidieron con precisión con los cambios de estrés. Esto lo convierte en una herramienta valiosa para estudios detallados de las plantas.

Esta tecnología puede transformar el estudio y la gestión de los ecosistemas vegetales más allá de la agricultura. Debido a su bajo coste y facilidad de uso, permite vigilar extensas áreas y recopilar datos para mejorar la agricultura y proteger el medio ambiente. Este sensor contribuye al desarrollo de mejores técnicas agrícolas, posibilitando acciones específicas para mitigar el impacto de los desafíos climáticos en las comunidades de plantas.