Ex-lobista de armas revisa las estrictas leyes en Nueva Zelanda

MadridNueva Zelanda está modificando sus leyes de armas. Sarah McKee, una antigua defensora del lobby de armas, está encabezando este esfuerzo. Su partido político, Act, desea revocar muchas de las restricciones existentes. Estas restricciones fueron implementadas después del tiroteo en Christchurch, aprobadas por 119 legisladores con solo un voto en contra.

Principales cambios realizados después de la masacre:

• Prohibición de todas las armas semiautomáticas
• Requisitos de licencia más rigurosos
• Normas más estrictas para los clubes de armas
• Creación de un registro de armas de fuego

McKee afirmó que estos cambios hacen que seguir las regulaciones sea muy difícil. Su partido planea actualizar la ley antes de las elecciones de 2026.

Peter Cahill no está de acuerdo con este punto de vista. Según él, las leyes no eran estrictas antes del ataque. Cahill afirma que los controles aumentados sobre los propietarios de armas se deben a una aplicación adecuada de la ley tras un mayor financiamiento gubernamental. McKee planea comenzar con el registro de armas. Algunos propietarios quieren que esto se aplique solo a las armas de alto calibre y no a todas las armas. Además, ella desea trasladar las licencias y registros de armas fuera del control policial.

Desde 2019, los delitos con armas de fuego en Nueva Zelanda han aumentado. Datos de medios de comunicación neozelandeses confirman esta tendencia. Aquellos que abogan por leyes más estrictas argumentan que estas normas necesitan más tiempo para ser efectivas. También señalan que el incremento de la delincuencia entre pandillas es un factor que contribuye al aumento. Sin embargo, McKee y grupos de propietarios de armas aseguran que los titulares de licencias que respetan la ley están siendo vigilados más de cerca. Ellos creen que los delincuentes no siguen estas reglas de todos modos.

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El Consejo de Propietarios de Armas con Licencia afirma que es difícil para sus miembros obtener licencias debido a razones como informes falsos de ex-parejas y la revelación de que padecen depresión. Su portavoz, Hugh Devereux-Mack, desea que el proceso de solicitud sea más flexible. Él considera que cualquier neozelandés sin antecedentes penales graves o problemas serios de salud mental debería poder poseer un arma de fuego.

Brenton Tarrant, quien llevó a cabo el ataque en Christchurch, obtuvo sus armas legalmente después de mudarse desde Australia. Logró hacer esto sin ser detectado por la policía hasta que ocurrió el ataque. Una investigación posterior encontró que errores policiales permitieron a Tarrant elegir como referencia a alguien que apenas lo conocía. McKee cree que las nuevas reglas implementadas tras el ataque hicieron el sistema demasiado estricto. Ella desea un sistema que examine a cada persona de cerca pero que no pase por alto detalles importantes, como sucedió con Tarrant.

Devereux-Mack menciona que su grupo podría apoyar pruebas más prácticas para obtener licencias. También le agrada la idea de un sistema escalonado que otorgue más derechos a las personas que han tenido licencias durante mucho tiempo.

Temel Ataçocuğu, sobreviviente del ataque en Christchurch, opina que un acceso más fácil a las armas no hará que Nueva Zelanda sea más segura. Afirma que los propietarios de armas deben someterse a verificaciones de antecedentes y evaluaciones de salud mental periódicas.

Nueva Zelanda está debatiendo cambios en sus leyes sobre armas. McKee y otros grupos quieren nuevas normativas, mientras que algunas personas creen que las leyes actuales deben permanecer igual o volverse más estrictas.