Madre estadounidense acusada de matar a sus hijos lucha en Londres

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Por Pedro Martinez
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Tribunal de Londres con cinta policial y gráfico de martillo.

MadridUna mujer estadounidense llamada Deborah Singler, de 36 años, está acusada de matar a sus dos hijos y está intentando evitar ser enviada de regreso desde un tribunal de Londres a los EE. UU. Allí enfrenta cargos graves, incluyendo dos por asesinato en primer grado y uno por intento de asesinato. Su abogado, Edward Fitzgerald, conocido por representar a Julian Assange, argumenta que la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en Colorado es un trato cruel.

Los puntos principales de Fitzgerald son: cadena perpetua sin libertad condicional implica ninguna posibilidad de salida, es poco probable que las sentencias se conmutan en Colorado, y siempre debe existir alguna oportunidad de liberación sin importar el delito.

El fiscal James Smith señaló que el exgobernador de Colorado, John Hickenlooper, redujo las sentencias de seis hombres en 2018. Debido a esto, el juez John Zani aplazó la audiencia para verificar los hechos.

Los problemas legales de Singler comenzaron en un periodo difícil. Estaba en una batalla de custodia con su exmarido, Kevin Wentz. Los registros muestran que Wentz acababa de obtener más tiempo para visitar a sus hijos durante las fiestas. El 19 de diciembre, la policía encontró a los dos hijos menores de Singler, Aden, de 7 años, y Ellie, de 9, muertos en sus camas. La hija mayor de Singler, M.W., estaba gravemente herida pero sobrevivió. Inicialmente, Singler afirmó que una "figura oscura" había irrumpido en la casa y los había atacado, pero más tarde las pruebas y el testimonio de M.W. señalaron a Singler como la responsable.

Smith afirmó que Singler les dio a los niños leche con drogas antes de atacarlos. M.W. explicó que Singler les pidió a los niños que cerraran los ojos y luego los agredió, alegando que era una orden divina. Se encontraron una pistola con manchas de sangre, un cuchillo y una botella vacía de somníferos, lo que señalaba a Singler como la culpable. El coartada de su exmarido fue verificada mediante rastreo por GPS, demostrando que no estaba involucrado.

Después de que su hija la acusara, Singler evitó ser arrestada en Colorado y huyó a Londres. Pronto fue capturada por las autoridades británicas en Chelsea. Esta acción de escapar dificulta mucho más su lucha contra la extradición.

Las leyes estadounidenses sobre la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional son muy severas. Las personas condenadas a menudo no tienen forma de ser liberadas. Esto genera desafíos en la legislación internacional de extradición y resalta las diferencias entre los sistemas legales de EE.UU. y el Reino Unido. El resultado de este caso podría influir en futuros casos de extradición con penas severas.

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