Multitud mata a sospechoso de blasfemia: 23 arrestados en Pakistán
MadridLa policía de Pakistán ha imputado a 23 personas por el asesinato de un hombre acusado de blasfemia. El suceso tuvo lugar en Madyan, cuando una multitud asaltó una comisaría exigiendo la entrega de Muhammad Salman, a quien acusaban de quemar páginas del Corán. La multitud mató a Salman en público y quemó su cuerpo.
En Pakistán, las acusaciones de blasfemia no son inusuales. La ley establece que insultar al Islam o a sus figuras puede conllevar la pena de muerte. Aunque el estado no ha ejecutado a nadie por blasfemia, estas acusaciones a menudo derivan en actos de violencia.
El jefe de la policía regional, Mohammad Ali Gandapur, declaró que:
- 23 sospechosos han sido detenidos
- Se están realizando más redadas
- Continúan los esfuerzos para capturar a todos los implicados
Salman se hospedaba en un hotel en Madyan. La policía lo tomó bajo custodia para protegerlo después de que fue acusado de blasfemia. Mientras lo interrogaban, una multitud enfurecida se reunió frente a la estación de policía, exigiendo que Salman fuera entregado para ser castigado de inmediato.
La policía informó a la multitud que Salman enfrentaría un juicio si era culpable, pero esto no los calmó. Atacaron la comisaría, hirieron a varios oficiales, sacaron a Salman del arresto policial y lo mataron.
El mes pasado, en la provincia oriental de Punjab, un grupo de personas agredió a un hombre cristiano de 72 años, acusándolo de haber dañado páginas del Corán. El hombre falleció posteriormente en un hospital.
Funcionarios pakistaníes instan a frenar la violencia de multitudes. Están buscando a todos los involucrados en el último incidente. La crítica habitual al gobierno es no detener estos actos violentos.
Las severas leyes de blasfemia en Pakistán permiten la pena de muerte por insultar al Islam, aunque el estado aún no ha ejecutado a nadie por ello. Solo el hecho de acusar a alguien de blasfemia puede desencadenar violencia pública.
Líderes gubernamentales y policiales insisten en la importancia de juicios justos. Piden a la ciudadanía que permitan a los tribunales seguir su curso. Sin embargo, en ocasiones, algunos grupos toman la justicia por su cuenta antes de que se inicien los procedimientos legales.
La muerte de Salman resalta el peligro de las acusaciones de blasfemia en Pakistán. A pesar de los esfuerzos policiales, la violencia de las turbas sigue siendo un problema grave. Aunque se ha arrestado a algunas personas, no está claro si esto detendrá futuros incidentes. Las leyes sobre la blasfemia en el país continúan siendo un tema de debate tanto en Pakistán como en el extranjero.
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