Escolares en Zimbabue aprenden a detectar peligros de la vida silvestre

MadridLas sequías en Zimbabue han intensificado los conflictos entre personas y animales. En las zonas áridas, la escasez de alimentos y agua obliga a los animales a invadir áreas habitadas por humanos. Esto es particularmente peligroso para los niños. Para mitigar esta situación, las escuelas ahora enseñan a los estudiantes sobre el comportamiento animal.

Estas lecciones están diseñadas para enseñar a los niños a:

• Identificar huellas de animales
• Reconocer sonidos de fauna
• Determinar la dirección del viento observando la arena
• Saber cuándo y cómo buscar refugio

Dingani Masuku, del Save Valley Conservancy, explica que los niños están a menudo en peligro cuando van a buscar agua y leña. Educar a los niños les ayuda a ver a los animales como amigos y no como amenazas. Los padres están contentos con esto, pero desean más medidas de seguridad, como permitir que los niños lleguen a la escuela más tarde cuando sea más seguro.

Jóvenes guardabosques enseñan técnicas de supervivencia a los niños. Les advierten que se mantengan alejados de los animales y aclaran que los depredadores, como los leones, buscan presas fáciles. Muchos estudiantes deben caminar largas distancias para llegar a la escuela y salir temprano cuando aún hay depredadores cerca, lo cual hace que algunos padres prefieran mantener a sus hijos en casa.

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Las autoridades escolares ajustan los horarios para que los niños viajen durante el día. Obert Masaraure, presidente de la Unión de Maestros Rurales Unidos de Zimbabue, señala que algunos niños y maestros evitan la escuela por preocupaciones de seguridad. Estas medidas son útiles pero no solucionan todo.

La Autoridad de Parques Nacionales y Manejo de la Vida Silvestre de Zimbabue busca ampliar esta capacitación a más escuelas. El portavoz, Tinashe Farawo, indica que han recibido miles de llamadas de emergencia de comunidades que enfrentan conflictos con la fauna. Subraya que los niños juegan un papel crucial al difundir la conciencia entre sus familias, haciendo la capacitación más efectiva. La creciente frecuencia de las sequías agrava estos conflictos, lo cual requiere educación continua y adaptación.

Este proyecto parece prometedor. Niños como Esther se sienten algo más preparados, aunque todavía están precavidos. El objetivo principal es garantizar la seguridad y el respeto por la vida silvestre. A pesar de las dificultades actuales, este esfuerzo debe continuar y crecer para proteger a las futuras generaciones.