Gobernador de South Kivu suspende minería para frenar caos y violencia
MadridEl gobernador de la provincia de Kivu del Sur, en el este del Congo, Jean-Jacques Purusi Sadiki, ha suspendido todas las actividades mineras para restablecer el orden. Anunció esta medida con el objetivo de abordar el caos generado por las empresas mineras y también detalló los pasos para implementar esta suspensión.
- Detengan de inmediato todas las actividades mineras.
- Todas las empresas mineras, negocios y cooperativas deben abandonar los sitios en un plazo de 72 horas.
- El objetivo es preservar vidas humanas y garantizar la trazabilidad de la producción mineral.
Sud-Kivu posee abundantes reservas de oro y coltán. Muchos habitantes locales dependen de la minería como fuente de ingreso. La presencia de grupos armados dificulta la implementación de la suspensión minera. Algunas zonas mineras están controladas por estos grupos, lo que genera incertidumbre sobre el cumplimiento de la suspensión.
La violencia en la zona ha aumentado recientemente. Este mes, un ataque a una mina de oro en la provincia de Ituri causó la muerte de seis mineros chinos y dos soldados congoleños. Más de 120 grupos armados están luchando por tierras y recursos en el este del Congo, lo que provoca ataques frecuentes en los sitios mineros.
Empresas chinas operan en Sud-Kivu, una región que lleva casi treinta años enfrentando violencia. Mientras el ejército combate a las milicias, la seguridad se ha deteriorado. La decisión del gobernador busca controlar la violencia, pero podría impactar negativamente la economía local.
En agosto de 2021, el gobernador de Kivu del Sur tomó una decisión similar. Detuvo a seis empresas chinas de la explotación minera en Mwenga para proteger a la población y al medio ambiente. Sin embargo, los resultados son mixtos debido a la continua inseguridad que dificulta el cumplimiento y la supervisión de estas normas.
La acción del gobernador parece ser parte de un plan más amplio para traer orden a la región. Sin embargo, será difícil imponer esta prohibición. Hay muchos grupos armados presentes y la población depende en gran medida de la minería para su sustento, lo que podría generar resistencia. Tanto los actores locales como los internacionales, en particular las empresas chinas, se verán muy afectados. Si se retiran, esto podría causar más problemas económicos en una zona ya inestable.
La determinación del gobernador es audaz pero llena de riesgos. Intentos anteriores de restaurar el orden en las zonas mineras han tenido resultados mixtos. Es evidente que se necesita una mejor regulación, pero llevarla a cabo en un entorno tan complejo e inestable es muy difícil. Este movimiento podría ser el inicio de un largo camino hacia un sector minero más ordenado y seguro en el sur de Kivu.
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