El tercer mandato de Narendra Modi como primer ministro de la India puede ser el más desafiante hasta ahora

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Por Maria Sanchez
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Edificio del parlamento indio con símbolos económicos y sociales.

MadridLos seguidores de Narendra Modi consideran que es un líder fuerte. Creen que ha mejorado la posición global de la India. Están satisfechos con el crecimiento de la economía india, ahora la quinta más grande del mundo. Le atribuyen el mérito de haber hecho más eficiente un gran programa de bienestar, el cual beneficia al 60% de la población. Algunos incluso piensan que es más que humano.

Los críticos tienen una visión diferente de Modi. Consideran que ha debilitado la democracia en India. Afirman que fomenta políticas divisivas, especialmente contra los musulmanes, que representan el 14% de la población. Creen que utiliza métodos severos para silenciar a sus oponentes políticos, controlar los medios de comunicación y reprimir la disidencia.

El gobierno de Modi niega estas acusaciones. Afirman que la democracia en India está funcionando bien.

Analistas políticos afirman que Modi ganó debido a sus programas de bienestar social y su fuerte nacionalismo hindú. Sus políticas han otorgado beneficios como alimentos y vivienda. La mayoría de sus seguidores son hindúes, que constituyen el 80% de la población de la India.

La economía está creciendo a un ritmo del 7%. Durante el mandato de Modi, más de 500 millones de indios han abierto cuentas bancarias. Sin embargo, este crecimiento no ha generado suficientes empleos, y la desigualdad ha empeorado. Algunos economistas piensan que el crecimiento no ha beneficiado a todos por igual.

Modi inició su campaña electoral con una promesa de convertir a India en un país desarrollado para 2047. Habló sobre las políticas de bienestar de su gobierno y la sólida infraestructura digital que ha beneficiado a muchos indios. Sin embargo, a medida que avanzaba la campaña, comenzó a utilizar un lenguaje anti-musulmán. Calificó a los musulmanes de "infiltrados" y afirmó que estaban teniendo más hijos que los hindúes. También dijo que la oposición estaba favoreciendo a la comunidad minoritaria.

En enero, logró un objetivo significativo del nacionalismo hindú al inaugurar un templo en el lugar donde antes había una mezquita. Tras la campaña, Modi se dirigió a un sitio religioso hindú para un retiro de meditación de 45 horas. Este evento fue ampliamente transmitido y cubierto durante horas en la mayoría de los canales de televisión indios.

Modi comenzó su carrera política en una familia de casta baja en Gujarat. De joven, se unió al Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), un grupo de derecha frecuentemente acusado de incitar al odio contra los musulmanes. El RSS también es la base ideológica del partido Bharatiya Janata Party (BJP) de Modi.

En 2001, Modi asumió su primer gran papel político al convertirse en el ministro jefe de Gujarat. Unos meses después, se produjeron disturbios que resultaron en la muerte de al menos 1,000 musulmanes. Algunas personas creyeron que Modi apoyaba secretamente los disturbios, pero él lo negó. En 2005, Estados Unidos le retiró la visa debido a estas preocupaciones. Más tarde, una investigación del Tribunal Supremo de la India lo exoneró. A pesar de esto, el incidente todavía afecta su imagen política.

En 2014, Modi llevó a su partido a una gran victoria. Prometió mejorar la economía de la India con cambios importantes. Sin embargo, los críticos afirman que su énfasis en los valores hindúes ha provocado un aumento de la intolerancia y los discursos de odio. Han aumentado los ataques contra las minorías, especialmente los musulmanes.

En 2019, tras ganar su segundo mandato, Modi tomó medidas controvertidas. Su gobierno eliminó el estatus especial de Cachemira, el único estado de mayoría musulmana en India, y lo dividió en dos regiones controladas directamente por el gobierno federal. Otra ley otorgó ciudadanía a minorías religiosas no musulmanas de países musulmanes, excluyendo a los musulmanes. Estas acciones han polarizado la opinión pública. Los seguidores de Modi lo ven como un defensor de la mayoría hindú, mientras que los críticos argumentan que India se está convirtiendo en un estado de mayoría hindú.

Christophe Jaffrelot, un politólogo, cree que Modi ha utilizado los conflictos religiosos a su favor desde siempre. Comenzó con esta táctica cuando era líder en Gujarat y ahora es conocida en todo el país.

Modi enfrentará muchos desafíos en el próximo mandato. La economía necesita crecer de manera que beneficie a todos, y existen muchas tensiones sociales. Su liderazgo será puesto a prueba mientras India aborda estos problemas.

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