El legado de Kishida: unidos Japón y Corea del Sur

MadridLa visita del Primer Ministro japonés Kishida a Corea del Sur es crucial para las relaciones entre ambos países. Desde que asumió el cargo, Kishida ha trabajado arduamente para mejorar las relaciones con Corea del Sur. Sus esfuerzos incluyen una mejor cooperación diplomática y de seguridad entre Japón y Corea del Sur, así como relaciones más estrechas con Estados Unidos.

Tareas clave para Kishida y el Presidente Yoon incluyen mejorar la cooperación diplomática y de seguridad de sus países, fortalecer la relación con Estados Unidos, abordar las cuestiones de compensación para los trabajadores forzados durante la colonización japonesa y reanudar las conversaciones de alto nivel mientras eliminan las sanciones económicas.

La visita de despedida de Kishida tiene como objetivo mejorar las relaciones entre Japón y Corea del Sur como parte de su legado. La cooperación entre estos dos países es crucial para que EE.UU. fortalezca sus alianzas en la región, especialmente frente al creciente poder de China y la amenaza nuclear de Corea del Norte. A pesar de antiguas rencillas derivadas del colonialismo japonés, ambas naciones han logrado avances significativos recientemente.

La visita del Presidente Yoon genera controversia

La visita del Presidente Yoon ha generado controversias. En su país, muchos lo criticaron por establecer un fondo para compensar a las víctimas de trabajos forzados utilizando dinero de empresas surcoreanas, sin la participación directa de Japón. A pesar de esto, Yoon enfatizó la necesidad de superar los problemas históricos debido a los desafíos actuales. Estos desafíos incluyen la rivalidad entre EE.UU. y China, la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte y las debilidades en las cadenas de suministro.

El jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, afirmó que la visita de Kishida permitirá que los líderes discutan nuevas formas de colaboración en una compleja situación estratégica. Expertos, como Choi Eunmi, quien se especializa en Japón, opinan que dicha visita busca mantener este avance, independientemente de quién sea el próximo primer ministro de Japón.

La reunión entre Yoon y Kishida no se espera que produzca anuncios importantes. La principal incógnita es si Kishida dirá algo que ayude a Yoon con las críticas que enfrenta en su país por sus políticas pro-Japón. Si Kishida aborda temas históricos de manera positiva, podría beneficiar al futuro líder de Japón y ayudar a Yoon a manejar la oposición en su nación.

La decisión de Kishida de renunciar genera incertidumbre en las relaciones entre Japón y Corea del Sur. Los principales candidatos para sustituirlo son el exministro de Medio Ambiente Shinjiro Koizumi y el exministro de Defensa Shigeru Ishiba. Las visitas de Koizumi al Santuario Yasukuni y las posturas duras de Ishiba sobre el ejército japonés podrían complicar aún más las relaciones con Corea del Sur.

En el futuro, la política de Corea del Sur podría cambiar si los liberales ganan la presidencia tras el término de Yoon en 2027. Esto podría llevar a grandes transformaciones en las relaciones entre países.

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