Musk y Kadyrov: paseo militar en Cybertruck con ametralladora

MadridEl presidente de Chechenia, Ramzán Kadýrov, ha invitado al CEO de Tesla, Elon Musk, a visitar Rusia. La invitación se realizó después de que un video mostrara a Kadýrov conduciendo una Tesla Cybertruck equipada con una ametralladora. El vehículo, que tiene un exterior de acero inoxidable, fue utilizado en una demostración militar.

Kadyrov, conocido por su imagen de hombre fuerte, elogió enormemente el Cybertruck. Lo calificó como uno de los mejores vehículos del mundo y manifestó su intención de donarlo a las fuerzas rusas que luchan en Ucrania. Sugirió que las características del Cybertruck serían muy útiles para el uso militar. Entre las características únicas del vehículo se encuentran:

• Carrocería de acero inoxidable para mayor durabilidad
• Soporte para una ametralladora
• Mejoras en potencia y rendimiento
• Motor eléctrico ecológico

No hay evidencia de que Musk haya regalado específicamente este Cybertruck a Kadyrov. En el video del canal de Telegram de Kadyrov, se le ve conduciendo el camión y parado cerca de una ametralladora con cintas de munición. Kadyrov, sancionado por EE.UU. por violaciones de derechos humanos, comentó que le gustaba el vehículo y sus posibles usos militares.

Kadyrov invitó a Musk a visitar Chechenia en un video. Sugirió que las tecnologías nuevas de Musk y Tesla podrían ayudar a Rusia en su conflicto con Ucrania. Esta declaración es relevante porque sugiere que los inventos de Musk podrían ser utilizados con fines militares, lo cual podría ser controversial.

La invitación de Kadyrov genera curiosidad sobre las opiniones de Elon Musk respecto a asuntos globales. Aunque Musk es conocido como un innovador centrado en la energía verde y la tecnología avanzada, su vínculo con Kadyrov y el uso militar de los productos Tesla podrían cambiar la percepción que la gente tiene de él.

Tesla aún no ha hecho comentarios sobre este problema y no está claro si Musk responderá al mensaje de Kadyrov. El video muestra cómo la tecnología y la política global están cada vez más entrelazadas, lo que plantea interrogantes a las empresas tecnológicas sobre el uso mundial de sus productos.