Activista chino pasa otro cumpleaños en aislamiento, denuncia su esposa
MadridEl activista chino por la democracia, Ding Jiaxi, pasa otro cumpleaños en prisión. Su caso refleja los estrictos controles sobre los prisioneros políticos en China bajo el mando del presidente Xi Jinping. Ding, miembro del prohibido Movimiento de Nuevos Ciudadanos, fue arrestado en diciembre de 2019 tras discutir eventos actuales en Xiamen. En abril de 2023, fue sentenciado a 12 años por intentar derrocar al gobierno.
El caso de Ding es parte de una tendencia creciente de silenciar a la oposición en China. Maya Wang, directora interina para China en Human Rights Watch, afirmó que los prisioneros políticos a menudo enfrentan un trato muy severo. Bajo el liderazgo de Xi Jinping, esto ha empeorado, con informes de torturas, acceso restringido a abogados y contacto limitado con familiares. Estas prácticas han provocado un deterioro en la salud y un mayor sufrimiento para los prisioneros.
Puntos clave sobre la detención de Ding Jiaxi:
- Arrestado desde diciembre de 2019
- Condenado a 12 años en abril de 2023
- Sin contacto telefónico con su esposa desde 2019
- Primer carta recibida por su esposa en marzo de 2023
- Prohibido discutir sobre su caso o temas delicados en las cartas
- No se le permite salir de su celda para hacer ejercicio
El congresista Adam Schiff, miembro de un grupo bipartidista sobre derechos humanos, destacó la soledad de Ding. Schiff mencionó que el largo tiempo que Ding ha pasado lejos de su familia, incluidas sus dos hijas, dificulta aún más su situación. Luo, la esposa de Ding, se trasladó a Estados Unidos con sus hijos después de que Ding fuera detenido por primera vez en 2013. Desde su última detención, ella no ha tenido noticias de él.
El gobierno chino reprime severamente la disidencia política. Activistas como Ding enfrentan medidas extremas, incluyendo tortura y aislamiento, para frenar su labor. La falta de transparencia sobre su situación conduce a un maltrato constante. Además, la negación de derechos básicos, como el ejercicio al aire libre, deteriora aún más su salud.
Luo no puede comunicarse con Ding y no participa en la vida familiar, mostrando los costos personales del activismo político en China. A pesar de los esfuerzos internacionales por su liberación, Ding sigue aislado de sus seres queridos. Esta situación refleja la lucha más amplia por los derechos humanos y las libertades democráticas en una China cada vez más represiva.
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