Cómo Labour rompió el dominio conservador: la crucial elección de 1964
MadridLas elecciones del Reino Unido de 1964 transformaron considerablemente la política británica. Después de 13 años de gobierno conservador, el Partido Laborista tomó el poder. Los conservadores enfrentaron varios problemas, entre ellos un escándalo sexual. John Profumo, el ministro de Guerra, renunció tras mentirle al Parlamento sobre su relación con Christine Keeler, una modelo y showgirl. Además, el Primer Ministro Harold Macmillan también abandonó su cargo. Este escándalo dañó la reputación de los conservadores.
Figuras clave en las elecciones:
- Líder Conservador: Alec Douglas-Home
- Líder Laborista: Harold Wilson
- Ex Primer Ministro: Harold Macmillan
- Ministro de Guerra: John Profumo
Harold Wilson lideró el Partido Laborista con el objetivo claro de modernizar la dañada economía británica utilizando nuevas tecnologías. Mantuvo una fuerte conexión con el público, especialmente a través de la televisión. Además, aprovechó el renacimiento cultural que experimentaba Gran Bretaña durante los años 60.
En marzo de 1964, Wilson entregó un premio a The Beatles. Este gesto aumentó su popularidad al vincularse con figuras célebres de la cultura.
El 15 de octubre de 1964 se llevaron a cabo las elecciones y muchos pensaban que el Partido Laborista ganaría. Su lema de campaña criticaba los 13 años de gobierno conservador. Sin embargo, los laboristas no obtuvieron una victoria abrumadora. Apenas lograron una mayoría mínima con solo cuatro escaños más que los conservadores en la Cámara de los Comunes.
A los 48 años, Wilson se convirtió en el primer ministro británico más joven en 70 años. Sin embargo, le resultó difícil aprobar leyes importantes debido a la escasa mayoría de su partido. Para obtener una posición más fuerte, Wilson convocó a elecciones 18 meses después. Esta decisión fue exitosa y el Partido Laborista ganó más escaños.
El primer mandato de Wilson como primer ministro terminó en 1970 cuando perdió ante los Conservadores de Ted Heath. Regresó para un segundo período desde 1974 hasta 1976, pero durante este tiempo, parecía más cansado y menos enérgico. A pesar de ello, Wilson se convirtió en el primer ministro laborista con más tiempo en el cargo durante el siglo XX.
A mediados de la década de 1970, Gran Bretaña enfrentaba problemas económicos. Estas dificultades abrieron el camino para cambios significativos. Margaret Thatcher emergió como una líder política clave, lista para dirigir las próximas reformas.
La elección de 1964 fue crucial para el Partido Laborista ya que puso fin a un largo periodo de control conservador. El liderazgo de Wilson introdujo nuevas ideas y se conectó con la cultura cambiante. Aunque tuvo algunas victorias ajustadas inicialmente y enfrentó dificultades más tarde, su tiempo en el cargo dejó una huella duradera en la política británica.
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